Mientras algunos sectores prevén un buen crecimiento para este año, la Junta Directiva del Banco de la República estima que el PIB apenas crecería 2,6%. Esta proyección la dio el Emisor en su última reunión en la que mantuvo estables las tasas de interés en 4,25%. Señala el Banco que la debilidad de la actividad económica se continúa configurando y considera que para 2019 el PIB aumentaría entre un 3,3% y 3,5%.
Señalan los directivos que los desarrollos económicos recientes, tanto internos como externos, han incrementado los riesgos a la baja en recuperación del país. Desde el frente internacional, sobresale la corrección de cerca de -20% en los precios del petróleo, cuya cotización actual (US$53) para la referencia Brent gravita en un nivel menos benevolente para el sector minero-energético y las cuentas fiscales del país. Esto, junto las alzas observadas en las tasas de interés en EU en lo corrido del año, ha conducido a un incremento en la prima de riesgo del país.
Asegura la Junta que “por el lado de los factores domésticos, sobresalen la desmejora de la confianza de los agentes, particularmente los consumidores, y el impacto negativo de la recién aprobada ley de financiamiento en la demanda agregada. Se prevé que la mayor carga tributaria a las personas naturales afectará las decisiones de gasto de corto plazo de los hogares, mientas que un recorte estimado de $6 billones en el gasto de inversión del gobierno acotaría el aporte del gasto público a la actividad económica. Todo lo anterior justifica la medida de sostener una postura que dé continuidad a los estímulos monetarios dados hasta el momento”.
Inflación
De otra parte el Emisor dijo que mantener la postura de política expansiva actual ha sido posible gracias a que los resultados de inflación y las expectativas de los agentes han sido favorables. Por ejemplo, en noviembre los precios al consumidor registraron un crecimiento anual de 3,27%. De hecho, según nuestra expectativa, es probable que 2018 culmine con un nivel cercano al 3,15%, lo que sería la lectura histórica para cierre de año más cercana a la meta del Emisor.
Pese a que las expectativas de inflación fueron impactadas por el proyecto inicial de la ley de financiamiento, dicha alza no representa un riesgo para el nivel actual de la tasa de intervención.
“Encontramos que, respecto al valor al cuál han estado atadas las perspectivas de inflación en los últimos 4 años (3,8%), nuestras proyecciones (3,4%) y las del consenso del mercado (3,5%) para 2019 son inferiores. Pese a que permanecen elementos que imponen presionas alcistas sobre nuestro escenario central de inflación, como el aumento de 6% en el salario mínimo, la depreciación del peso y el fenómeno de El Niño, la senda de estabilidad prevista hasta junio de 2019 luce apropiada en este contexto”, sostienen los directivos del banco central.
Intereses
Asimismo, el Emisor comunicó que la discusión sobre la tasa de interés ha tenido como referencia un nivel de tasa real neutral cercana a 1,4%. Esto representa una corrección a la baja frente a anuncios pasados, y que estaría en línea con el descenso de la estimación de tasa de interés neutral de la FED y con la expectativa de ajustes más graduales en la tasa de los fondos federales. Frente a esta referencia, el nivel actual de la tasa de intervención es efectivamente expansivo (0,9%, en promedio), y se prevé que prevalezca un escenario similar a lo largo del próximo año, en donde la tasa oscilaría entre 1,37% y 1,33% en términos reales.
Señalaron que “con los resultados de esta reunión, confirmamos nuestro escenario de estabilidad en los próximos meses. En particular, consideramos que, dado el contexto y las perspectivas económicas actuales, mantener en 4,25% la tasa de intervención es lo más apropiado. A partir de junio de 2019, con un incremento de 25 puntos y seguido por otro semejante en septiembre, el Emisor empezaría la búsqueda por un nivel de tasa repo más cercano al neutral. Sin embargo, tal como lo refleja la discusión de este mes, el inicio del ciclo alcista se podría postergar a la espera de señales de recuperación más contundentes”.