Un seguimiento a los desafíos planteados el pasado octubre durante la reunión del FMI y el Banco Mundial (respuesta internacional a la pandemia de covid, recuperación económica desigual y el retorno verde e inclusivo a la estabilidad global) y aparición de otros retos, fruto de las implicaciones de la actual guerra en Ucrania, coparán la agenda del encuentro que bajo el título “Reforzar los argumentos en favor de la globalización” abordarán desde hoy estos dos entes multilaterales.

Han pasado solo seis meses de la mencionada cita y la comunidad mundial no sólo continúa tratando de resolver muchos de los temas que se abordaron en aquel entonces, sino enfrentando unos nuevos y mayores.

Tal es el caso de la guerra en Ucrania que además de generar un alto costo en vidas humanas ha forzado al desplazamiento de millones de habitantes y causando repercusiones económicas y sociales en todo el mundo, añadiendo aún más incertidumbre en los mercados globales y en los planes de recuperación económica.

La actual pandemia de covid-19 sigue alterando las vidas y los medios de subsistencia en casi todos los países del planeta. Y una inminente crisis alimentaria, cimentada en el fuerte aumento de los precios del trigo, los fertilizantes y los combustibles, amenaza con aumentar drásticamente la inseguridad alimentaria y empujar a millones de personas más a la pobreza.

La confluencia de estas crisis (que en sí mismas se ven agravadas por los desafíos actuales del cambio climático, los Estados frágiles, la migración forzada y otros retos de desarrollo) hace patente la necesidad de adoptar medidas mundiales a una escala planetaria y destaca el papel fundamental que debe desempeñar la comunidad internacional del desarrollo para superar estos desafíos y crear al mismo tiempo las condiciones necesarias para que no se repitan en el futuro.

El fuerte impacto de la guerra a nivel global ha sido anticipado por el FMI, al indicar que junto a la galopante inflación que se registra en casi todo el mundo, frenará el crecimiento mundial este y el próximo año.

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Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, cuando la economía mundial ya se enfrentaba a las consecuencias de la variante ómicron del covid-19. Y la guerra ha agravado la inflación, que representa "actualmente un peligro real" para la recuperación, indicó en días pasados Kristalina Georgieva, presidenta del mencionado Fondo.

"En pocas palabras: nos enfrentamos a una crisis encima de otra crisis", lamentó en un discurso previo a estas reuniones de primavera, en el que agregó que "el impacto de la guerra en Ucrania contribuirá a degradar este año las previsiones de crecimiento de 143 países que representan el 86% del PIB mundial".

Con este telón de fondo, el FMI y el Banco Mundial inician hoy las “Reuniones de Primavera de 2022”. Durante esta semana, responsables de formular políticas, expertos, personas influyentes y otras partes interesadas clave se reunirán para analizar estos desafíos, participar en una serie de eventos y diseñar vías para aprovechar políticas y programas ya en ejecución del Grupo Banco Mundial y sus asociados.

Estas intervenciones incluyen: la asistencia para hacer frente al covid de más de USD 200 000 millones (i) proporcionada a clientes de los sectores público y privado desde el inicio de la pandemia, el financiamiento para el cambio climático de USD 26 000 millones otorgado en 2021 y los últimos compromisos de casi USD 1500 millones para apoyar a Ucrania y complementar los más de USD 700 millones proporcionados al inicio de la guerra en ese país.

En esta trascendental cita global participará una gran cantidad de líderes de la comunidad internacional del desarrollo, las organizaciones de la sociedad civil, los Gobiernos, los círculos académicos, el sector privado y otras entidades. A ellos se sumarán directivos superiores del Banco Mundial, el FMI e IFC, entre ellos: David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial; Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI; Makhtar Diop, director gerente de IFC; Axel van Trotsenburg, director gerente de Operaciones del Banco Mundial; Mari Pangestu, directora gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas, y otras autoridades.