Luego de mostrar comportamientos negativos en enero y febrero, el consumo de energía evidenció tendencias alentadoras en marzo, alcanzando la mayor cantidad demandada desde agosto de 2019.
Durante marzo, el consumo de energía presentó una dinámica positiva, incrementándose 3,6% para un total de 6.233 GWh, ligeramente por debajo de las proyecciones.
En este contexto, la demanda regulada (sector residencial) mostró una expansión de 1,5%, representando 69% del total de la demanda de energía. Por su parte, el consumo no regulado (sector industrial) registró un importante incremento de 8,2%.
Durante el período, las hidroeléctricas aportaron cerca del 80% del total de la generación del sistema, en línea con la media histórica. Adicionalmente, el nivel de los embalses alcanzó 58% de capacidad útil vs. 53% en febrero, dentro de los parámetros proyectados para los primeros cuatro meses del año. Así, el precio promedio en bolsa cayó 38,6% m/m, luego de incrementarse en enero y febrero.
De este modo, el sector muestra recuperarse luego de las contracciones registradas a partir de las altas tasas de contagio de la covid-19 y las limitaciones a la movilidad ciudadana en algunas regiones del país.
Cabe destacar que el consumo no regulado, que opera como indicador líder del dinamismo económico dada su alta correlación con el PIB por el lado de la oferta, mostró una dinámica muy positiva. En cuanto a la demanda de energía regulada, esta avanzó en términos anuales y alcanzó los niveles presentados en diciembre 2020.
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En este contexto, se confirma que la demanda no regulada siga presentando comportamientos volátiles en el corto plazo, afianzándose en terreno positivo de manera gradual. En el mes, se inició el primer piloto para la generación de energía geotérmica, que producirá cerca de 100 kW efectivos de energía eléctrica.
El proyecto se encuentra ubicado en Campo Maracas de San Luis de Palenque (Casanare), y será operado por Parex Resources. Dicho piloto es especialmente relevante entendiendo el direccionamiento en las políticas de transición energética que recientemente ha impulsado el Gobierno; potencialmente reemplazará cerca de 5% de la energía generada con combustibles fósiles y ahorraría hasta 550 toneladas de CO2 anualmente.