De acuerdo con la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia, sin desconocer que las exportaciones y la inversión han mostrado un gran dinamismo durante los últimos meses, y que la política fiscal sigue en terreno expansivo, es innegable que el consumo privado continúa siendo el componente de la demanda que más está contribuyendo a la expansión de la economía.
De acuerdo con la entidad, en el primer trimestre el crecimiento de las compras de los hogares superó el del PIB en casi 4 puntos porcentuales, y las mismas representaron las dos terceras partes del gasto agregado.
Sin duda el consumo en Colombia sigue creciendo, a pesar de la alta inflación y el ambiente de incertidumbre que vivimos. Según analistas de la entidad, uno de los determinantes de este fenómeno es el acceso de nuevos clientes a productos financieros. Entre tanto, para algunos expertos es contradictorio que el consumo siga tan dinámico, si muchos consumidores han perdido la capacidad de compra, ya sea por desempleo o por el aumento de precios en la canasta familiar.
Según el informe de la entidad este crecimiento se puede explicar en parte por el aumento de la movilidad, el cambio de consumo después de la pandemia, mayores remesas y una política monetaria que no se ha transmitido por completo.
Además, la profundización de la inclusión bancaria estaría jugando un papel importante en el avance del consumo. La pandemia abrió la necesidad de ampliar el acceso a productos financieros por medio de plataformas digitales, facilitando así la adquisición de bienes y servicios.
Entre las pocas cosas positivas que dejó la pandemia están que no solo se amplió el acceso de los ciudadanos a los productos bancarios, sino que además se impulsó el uso de las plataformas digitales. La combinación de estos dos factores ha llevado a que más colombianos hayan podido adquirir bienes o servicios que, en ausencia de una solución financiera, serían inalcanzables.
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Tarjetahabientes, clave para el consumo
Sin duda la bancarización ha aportado al crecimiento en el consumo durante la recuperación económica. En este sentido, de acuerdo con el informe presentado por Bancolombia, este fenómeno ha contribuido a que el gasto de los consumidores permanezca dinámico en 2022. No obstante, los grandes desafíos que hay en el entorno, llevan “a corroborar nuestra perspectiva, según la cual la tendencia de moderación en la demanda que anticipamos para los últimos meses de este año y 2023 será gradual”, dice el documento.
Para llegar a esta conclusión la entidad resaltó que hoy en día 13,9 millones de personas (más de una cuarta parte de la población total de Colombia) tienen tarjetas débito o crédito de la entidad. De estos, un 76% (equivalente a 9,9 millones) son clientes antiguos, mientras que el 24% restante (3,1 millones de personas) corresponden a la categoría de nuevos.
Asimismo, un 39% de estos nuevos tarjetahabientes está en el rango de edad entre los 19 y los 30 años (frente a un 22% en el caso de los antiguos), en tanto que el 60% de ellos reportan ingresos de hasta un salario mínimo mensual en comparación con el 29% para los clientes antiguos. Entre tanto, si se mira geográficamente, la proporción de clientes nuevos en relación con los antiguos es mayor en la región Caribe, el Centro y el Oriente del país.
Sin duda la contribución de los tarjetahabientes nuevos al crecimiento de las compras totales ha aumentado de forma consistente. “Mientras que en 2021 el 18% del aumento anual en el gasto de nuestros clientes provino de los recientemente vinculados, en lo que va de 2022 este aporte se incrementó a 41%”, afirmó la entidad.
Dicho lo anterior se podría concluir que en definitiva la bancarización que se dio de una manera más acelerada de lo que se presupuestaba sí ha permitido un importante aporte a la reactivación del comercio en general, que se traduce en recuperación económica.