El aumento de la inflación en Colombia en julio de este año cuando alcanzó 3,47%, hizo que el país cayera al puesto sexto en América Latina, muy detrás de Bolivia, Perú, Ecuador, Paraguay y Chile.
En el séptimo mes del año, el costo de vida se incrementó 2,35 puntos porcentuales respecto a la informada en el mismo periodo del año pasado cuando fue de 1,12%.
En los aspectos destacados del continente, desde principios de año hasta ahora, la Argentina experimentó un salto del 29,1% en los precios, que llegó al 50% en los últimos 12 meses. El liderazgo regional sigue en manos de la Venezuela de Nicolás Maduro, que llegó al 19% el mes pasado, al 455% en siete meses y a 1984% en el último año.
Lejos, muy lejos, de Argentina, se ubicó Uruguay, con un alza de precios del 5,3% desde enero último y del 7,3% en el último año. Luego siguió Brasil con el 4,7% en 2021 y 8,9% desde julio de 2020, por el 0,5% registrado el mes pasado.
Un escalón más abajo quedó ubicado México con el 4%, a raíz del 0,5% de julio, mientras que en el último año ascendió al 5,8 por ciento. Atrás quedó Colombia con el 3,5% (0,3% en julio) desde enero y 3,9% en el último año.
Un peldaño después está Chile con el 2,8% en los últimos siete meses (0,8% en julio) y 4,5% en el último año. Apenas por debajo sigue Paraguay, con el 2,7% desde enero (1,2% en julio) y 5,2% en los últimos 12 meses.
Dos países acumularon el 1,2% de aumento de los precios al consumidor desde enero: Perú, con 0,5% en julio y 3,9% en un año; y Ecuador con el 0,5% tanto el mes pasado como a nivel interanual. La inflación en los principales países de América latina Infografía de Marcelo Regalado.
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Otros países
Luego, Costa Rica registró 0,6% desde enero, -0,2% el mes pasado y 1,4% en un año; finalmente, Bolivia tuvo 0,4% desde el inicio de este año, 0,1% el mes pasado y 0,2% en el último año.
El resultado no resulta más alentador si se observan las proyecciones de los analistas para 2021 y 2022: para la Argentina se prevé 48,9% para este año y 42,3% para el próximo, frente al 9% y 6,9% que se estima a nivel regional.
Para el conjunto del Mercosur, según el último informe de Latinfocus, se prevé 15,1% este año y 11,4% el próximo. Sin embargo, en Brasil se prevé que sea del 6,6% y el 3,9%, respectivamente; en Uruguay del 7,2% y 6,7%; y en Paraguay, del 3,3% en ambos años. Venezuela lidera el ranking con 1.549% y 746 por ciento.
En la región Andina, Bolivia presentaría una subida de precios del 2,2% este año y 3% el próximo; Ecuador del 0,7% y 0,9%; Colombia, 3,6% y 3,2%; y Perú, del 3,2% y 2,7 por ciento. En tanto, Chile terminaría con 3,7% y 3,1% y México con 5,6% y 3,7 por ciento, respectivamente.
Frente a este panorama, los bancos centrales de la región han decidido restringir la política monetaria, con respuestas más o menos agresivas en materia de incremento de las tasas de interés, una herramienta que el Banco Central de la Argentina parece no tomar en cuenta como una de las herramientas para frenar el alza de los precios.
Los motivos
La economista Florencia Fares indicó al respecto que la diferencia entre el país y el resto de la región, “tiene que ver con el contexto histórico que vivimos en Argentina, que tiene como protagonista un proceso inflacionario, ya arraigado en el comportamiento de los agentes económicos”.
“Argentina viene con niveles de inflación elevados hace tiempo, y los agentes aprenden y desarrollan mecanismos de defensa frente a este fenómeno. Acá la inercia inflacionaria es muy alta, lo cual, cualquier shock que le pega a la economía (por ejemplo, incrementos de precios de los alimentos a nivel internacional) muestran una mayor persistencia en la inflación doméstica que en otros lados”.
“También es verdad que el traslado de las variaciones del tipo de cambio es más fuerte en Argentina que en los vecinos (el pass through), siendo también algo estructural. Aunque en algunos mercados no es tan obvio el mecanismo por el cual el valor del dólar puede afectar los costos y precios, uno podría decir que, a esta altura, el dólar es un precio de referencia que coordina al resto de los precios de la economía. Por ende, cualquier modificación de este precio afecta al resto de los precios domésticos”, concluyó.
Cuarentenas
En tanto, el economista Jorge Neyro expresó que “los precios suben más en Argentina porque venimos de una trayectoria inflacionaria alta desde hace tiempo; en 2019 hubo 53,8% y solo una cuarentena tan dura como la de 2020 la pudo bajar, pero luego de la cuarentena te quedaron muchos precios desfasados (naftas, servicios públicos, entre otros). “Algunos se acomodaron en el primer semestre de 2021, especialmente naftas, peajes, prepagas, transporte público (taxis, subtes); o sea lentamente nos acercamos de nuevo al ritmo anterior de inflación”, aclaró.
“La emisión que hubo que hacer impactó en la brecha cambiaria y eso gatilló la alza de bienes que se volvieron baratos como autos, productos importados o materiales de construcción, baratos en moneda dura”, aclaró. Además, “hubo algunos shocks de oferta en mercados como la carne, que también impactaron en el precio local”.
Su par Gabriel Zelpo indicó que la brecha en el incremento de precios entre la Argentina y el resto se debe a que “básicamente en otros países se respeta la independencia del Banco Central y acá no”.
“Independencia no quiere decir que actúe completamente aislado de lo que le pase al resultado fiscal o a país. Pero sí tener herramientas y un marco de acción para cumplir el objetivo que sí sabemos que puede cumplir un banco central, estabilidad de precios”, afirmó.
“En algunos casos se le dan muchos más objetivos, la experiencia marca que los bancos centrales no son buenos para cumplir otros objetivos más allá de la estabilidad de precios y financiera; inclusive muchas veces se divide en superintendencias la supervisión financiera”, remató Zelpo.
La respuesta de los bancos
En cuanto a la respuesta que dieron los bancos centrales en la región frente a la alza de precios, el economista Jorge Neyro explicó que “últimamente algunos subieron fuerte las tasas: Brasil a 5,25%, México 25 puntos básicos a 4.25% y en Colombia la dejaron estable a 1.75%, en un nivel bastante más bajo, en parte porque la inflación recién está repuntando en ese país”. En tanto, “el Consejo del Banco Central de Chile ajustó al alza la Tasa de Política Monetaria, que estaba en el mínimo técnico de 0,5% desde marzo del año pasado, cuando irrumpió la pandemia en el país sudamericano, hasta el 0,75 por ciento".
Para Gabriel Zelpo, el signo de los tiempos entre los bancos centrales, salvo la Argentina, es una “política monetaria más contractiva”. Los resultados de esta divergencia de estrategias están a la vista.