La segunda mayor economía del mundo, China, sorprendió a incautos y expertos al bajar sus tipos de interés en medio de una tendencia alcista en el resto del mundo. Esta medida va en contravía a la mayoría de países del globo, que tratan de controlar la inflación subiendo sus tipos.
Caso como el de Colombia, que el pasado 29 de julio, en decisión dividida, incrementó en 1,5% la tasa de política monetaria y la llevó al 9,0%, el máximo nivel que ha tenido el costo del dinero hacia el sistema financiero. De acuerdo con el gerente del Emisor, Leonardo Villar, con esta medida se trata de contener el incremento de la inflación, que llegó a más de 10% en el informe del DANE presentado a comienzos de agosto.
Dijo que luego de las decisiones ya tomadas, seguramente si se hacen nuevos ajustes en tasas, serán menores a los ya observados, de ser necesarios. Sin embargo, en su momento resaltó que las determinaciones obedecen a la información disponible en cada reunión.
“Las expectativas de inflación siguen aumentando. La encuesta mensual del Banco de la República a los analistas económicos arrojó que entre junio y julio la expectativa de inflación para 2022 se incrementó de 8,6% a 9,2%, y para 2023 de 4,7% a 5,2%, según la mediana de la muestra”, dijeron al finalizar esa reunión. Sin embargo, en su última encuesta, el dato de inflación se situó en promedio en 10,02%.
Villar dijo que la tendencia del aumento de la inflación en el último año y medio, y particularmente en los últimos seis meses, “ya no la seguiríamos viendo de aquí en adelante, pero la tendencia en la caída podría diferirse algunos meses y sería más clara a partir de comienzos del año entrante”.
Inflación
“La inflación mundial ha seguido aumentando y adquirido mayor persistencia. Al mismo tiempo, han surgido temores de una recesión global que han generado gran volatilidad en los mercados financieros”, indicó la Junta del Emisor.
Las decisiones de aumento de tipos en Colombia obedecen en parte a lo sucedido en Estados Unidos, donde la Reserva Federal (FED) también aumentó sus tasas.
Esta fue la cuarta alza consecutiva de sus tasas de interés, en 0,75%, para llevarlas a 2,25-2,50%, y prevé continuar este movimiento ante una inflación que sigue alta.
"Los recientes indicadores de gastos (de consumo) y producción se moderaron. Pero la creación de empleo siguió robusta en los últimos meses, y la tasa de desempleo sigue baja", resumió el banco central al anunciar su decisión sobre los tipos de interés, en un comunicado publicado al final de la reunión de su comité de política monetaria (FOMC).
Así ha sido la subida consecutiva de las tasas directrices del organismo: un cuarto de punto fue lo que aumentaron en marzo, medio punto en mayo, y tres cuartos de punto porcentual en junio, hasta entonces el mayor incremento desde 1994.
Sin embargo, al igual que lo presupuestado por el gerente del Banrepública, la inflación en julio en los EE.UU. fue de 0%, calmando un poco las agitadas aguas en materia de precios.
Pero mientras países como Estados Unidos, Colombia y la Unión Europea aumentan las tasas para frenar el consumo y con ella la inflación, que se ha desbordado alrededor del mundo como secuela de la pandemia y con el agravante de la guerra en Ucrania, el gobierno de Xi Jinping decidió darle un impulso a su economía, que parece no recuperarse al ritmo deseado por el gobierno socialista.
China, que se resintió tras los cierres y estrictas cuarentenas llevadas a cabo por los brotes de virus este año, vio resentida su producción industrial debido a la cuestionada estrategia de “Covid Cero” que controló de manera radical a los millones de varias ciudades del país, incluida Shanghái, y supuso un deterioro de su nivel de consumo.
Por ello, el Banco Central de China recortó los tipos de interés en un intento de impulsar la vacilante recuperación económica del país, ya que los datos sobre la producción de las fábricas y las ventas minoristas de julio fueron inferiores a las expectativas de los analistas.
La tasa de interés de los préstamos de un año bajó 10 puntos básicos, a 2,75%.
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Contravía
El Banco Popular de China (BPC) recortó de manera inesperada dos de sus principales referencias para los préstamos a las entidades bancarias del país en un intento frente a la desaceleración del crecimiento del gigante asiático y a las dificultades que atraviesa el sector inmobiliario.
De este modo, el banco central chino ha rebajado en diez puntos básicos, hasta el 2% desde el 2,10%, la tasa aplicada a las operaciones de recompra inversa (repos) con vencimiento a siete días, mientras que ha situado en el 2,75%, desde el 2,85%, la tasa aplicada a los préstamos a medio plazo con vencimiento a un año.
Aunque la segunda economía mundial tuvo un repunte en la actividad empresarial, gracias al levantamiento de algunas restricciones sanitarias en junio, perdió fuerza ante la insistencia de Pekín de mantener su política de cero covid, con confinamientos y extensas cuarentenas.
En julio, la producción industrial china subió 3,8% en un año, por debajo del 3,9% de junio, informó la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
En tanto, el comercio detallista creció 2,7% interanual, por debajo del 3,1% de junio, mientras el desempleo urbano cayó a 5,4%, indicó la ONE.
"El riesgo de estanflación en la economía mundial está creciendo y la base de una recuperación económica interna aún no es sólida", advirtió la ONE en un comunicado.
Las ventas detallistas se estancaron, posiblemente "debido a algunas interrupciones por el virus y el golpe al sentimiento de los consumidores por los problemas en el mercado inmobiliario", señaló en un informe Julian Evans-Pritchard, economista sénior para China en Capital Economics.
"Los datos económicos de julio son muy alarmantes", declaró a Bloomberg TV Raymond Yeung, economista del Australia & New Zealand Banking Group Ltd.
Agregó que "la política de cero covid continúa golpeando el sector servicios y afectando el consumo de los hogares".
Clave, el sector inmobiliario
Pero, el sector inmobiliario chino se tambalea, con compradores frustrados en decenas de ciudades que participan en boicots hipotecarios, mientras los desarrolladores con problemas de liquidez luchan por completar sus proyectos.
El crecimiento económico de China fue de solo 0,4% en el segundo trimestre, el más bajo desde los inicios de la pandemia de covid-19.
Por ello el BPC decidió, "con el fin de mantener una liquidez razonable y suficiente en el sistema bancario", inyectar 400.000 millones de yuanes (57.791 millones de euros) a través de la facilidad de préstamo a medio plazo, con un 2,75% de interés, mientras que realizó una operación de refinanciación inversa por importe de otros 2.000 millones de yuanes (289 millones de euros) a siete días.