Julio ha sido un mes decisivo para el país, debido al impulso que la economía trae desde enero de este año. En este periodo varios indicadores sectoriales muestran el buen desempeño de casi todas las actividades, pese a que el país enfrenta altos índices de inflación, incrementos de tasas de interés e incertidumbre política.
Según un análisis de Bancolombia, y teniendo en cuenta las cifras del DANE, en el séptimo mes del año la producción manufacturera y las ventas minoristas exhibieron un crecimiento anual de 5,2% y 7,7%, respectivamente, aunque sería de un 6,9% sin el segmento “otros vehículos” para las ventas minoristas.
“El comercio minorista y de vehículos continúa dinámico en julio con un crecimiento reportado por el DANE de 7,7 %, sin embargo, si se aprueban normas para reducir el poder adquisitivo de los consumidores, la demanda se afectará, y el desempleo podría aumentar”, afirmó la alianza de gremios, Aliadas.
Pero más allá de los crecimientos anuales, el comercio mostró un retroceso mensual de 2,5%, mientras que la industria creció levemente en 0,3%, a partir de las series ajustadas por efecto estacional.
Industria
A pesar del contexto más retador, la industria y el comercio continúan creciendo a buen ritmo a julio, así lo explican los investigadores del Bancolombia.
“Este resultado de la industria fue cercano a nuestra expectativa de 5,1%, mientras que por el lado del comercio el resultado fue muy superior a lo esperado, tal que el contexto económico en términos de inflación y el estancamiento del mercado laboral aún no se hacen evidentes en un debilitamiento claro de las ventas minoristas”, explica el informe.
Ahora bien, aunque la tasa de incremento anual se moderó a niveles de un dígito en ambos casos, la evolución reciente continúa reflejando una continuidad de la recuperación económica. Al comparar con respecto julio de 2019, el crecimiento fue de 15,6% para el comercio y 20,1% para la industria.
Por el lado del comercio, las ventas de automotores, combustibles, prendas de vestir y textiles fueron los rubros que más aportaron a la buena dinámica comercial en el último año. Desde el sector manufacturero, el resultado se configuró por una fuerte demanda en bebidas y alimentos, confección de prendas de vestir y otros productos químicos necesarios para la agroindustria y productos plásticos.
Mientras la industria mostró un incremento mensual de 0,3%, el comercio sin vehículos retrocedió 2,5%. Lo anterior, habría sido en buena medida resultado del efecto de alta base de comparación estadística frente al mes anterior, ya que en junio se realizó el día sin IVA.
Comercio minorista
La actividad del comercio minorista fue uno de los sectores que más aportaron al crecimiento. Durante julio se presentaron crecimientos en todas las ramas mientras que, en términos anuales, hubo tres que retrocedieron.
Esta noticia es importante, ya que la totalidad de los segmentos logró niveles de ventas superiores a las referencias prepandémicas.
Sin embargo, frente a julio de 2021, los electrodomésticos y muebles para el hogar, los productos de aseo, y los equipos y aparatos de sonido y video cayeron 12%, 6,3% y 4,58%, respectivamente.
“Esto habría sido resultado de cómo las compras de estos productos se concentraron en junio y en la jornada de día sin IVA, lo que hizo que se adelantaran las compras y su demanda fuera débil durante julio” explican los expertos.
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Consumo
Entre tanto, los vehículos, los combustibles y las prendas de vestir impulsaron las ventas. Aspectos como el aumento en la demanda vehículos tipo camión dirigidos a la formación de capital, el bajo precio relativo de los combustibles y la consolidación de la presencialidad en actividades (laborales y educativas) serían los factores determinantes detrás del aporte positivo de estos segmentos cuyas participaciones sobre el crecimiento total fueron de 1,4 puntos porcentuales (pp), 1pp y 0,8pp, respectivamente.
Señala el informe de la entidad financiera, que “el comportamiento reciente del consumo indicaría que en adelante se espera un contexto más retador para las ventas minoristas. Nuestros indicadores de consumo en tiempo real apuntan a que la demanda privada se ha deteriorado en las últimas semanas. La persistente inflación, las mayores tasas de interés, la elevada tasa de cambio afectando las importaciones y el anuncio de la subida en los precios de los combustibles implicarían que el sector tendrá una evolución menos sólida durante en el segundo semestre del año”.
Por su parte, la producción industrial se vio impulsada por la elaboración de bebidas, confección de prendas de vestir y fabricación de otros productos químicos. En concreto, estos segmentos crecieron frente a julio de 2021 en 7,6%, 21,8% y 16,9%, respectivamente. La pasada época vacacional favoreció la demanda de bebidas, particularmente de cerveza, mientras que el aprovisionamiento de cara a la temporada decembrina y el buen resultado en exportaciones explica el mejor momento del sector textil.
Los servicios
La Encuesta Mensual de Servicios evidenció un crecimiento generalizado, tan solo 2 subsectores retrocedieron. “En concreto, se destaca en crecimiento anual la dinámica de los ingresos nominales las actividades de almacenamiento y transporte (+27,9%), las actividades de correo y mensajería (+9%) y los restaurantes, catering y bares (+28,7%), como resultado de efectos precio por transmisión de la inflación, aumentos las prestaciones de servicios de mensajería y domicilios, así como el todavía elevado estrés de las cadenas logísticas”, se explica en el informe del banco.
Entre tanto, uno de los subsectores que se contrajo fue el de actividades de programación y transmisión de noticias, el cual cayó 0,2% como resultado de una menor demanda de espacios publicitarios y servicios de producción. En esta misma dirección, la salud humana privada sin internación se deterioró levemente (-0,03%) como consecuencia de un efecto base de comparación frente al año pasado cuando la atención por Covid-19 aún tenía una participación grande.
Alojamientos
Con respecto a los servicios de alojamiento, algunos territorios continúan rezagados en su nivel de ingresos reales frente a su nivel prepandemia.
“En efecto, los dominios geográficos de Bogotá, San Andrés y la región de la Amazonía presentan una brecha negativa frente a los ingresos que registraban en julio de 2019, mientras que frente al nivel del año pasado todos experimentaron mejoras. Así mismo, para el total nacional los ingresos reales crecieron 17,3% frente a su referente prepandemia y 46,1% frente a 2021. Finalmente, la mayor demanda por motivo de ocio en la época vacacional llevó a que el porcentaje de ocupación alcanzara el 59,2%, superando en cerca de 10pp el nivel de julio de 2019”, concluye el análisis.