Economía podría llegar a 4,2 por ciento | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Mayo de 2013

Una buena parte de las esperanzas del Gobierno y de los mercados para evitar que el crecimiento económico disminuya este año es que el Plan del Impulso a la Productividad y el Empleo, PIPE, inyectó  los recursos suficientes para hacer que el PIB llegue a por lo menos el 4,2 por ciento.

Precisamente, con este argumento el Bancolombia acabó de elevar de 4 a 4,2 por ciento sus proyecciones de crecimiento económico para 2013. De acuerdo con el gerente de economía y renta fija, Juan Pablo Espinosa, “los principales cambios positivos provienen del PIPE anunciado por el Gobierno. Estas medidas harán que los crecimientos de la inversión, el gasto del Gobierno y el sector de la construcción sean mayores que los previstos”.

Indica que “estas revisiones favorables se compensarán con una menor dinámica del sector externo, en virtud de la cual las exportaciones crecerán solo un 2 por ciento y el déficit en cuenta corriente se ampliará a un 3,4 por ciento del PIB”.

En un detenido análisis sobre este hecho, Espinosa sostiene que “en la actualidad el país espera que en 2013 se retome un ritmo de crecimiento sólido, llevando a la economía a expandirse a una tasa acorde con sus posibilidades potenciales. Sin embargo, una de las conclusiones principales de nuestra revisión trimestral de proyecciones, proceso que acabamos de concluir, es que la expansión para el año completo no cumplirá con esta expectativa”.

Sin duda, los mercados consideran que a pesar de que la demanda interna ganará paulatinamente tracción, la debilidad del comercio externo será un escollo importante para el desempeño económico.

Señala el investigador que “después de que en 2012 el crecimiento del PIB colombiano fuera de 4,0 por ciento, levemente inferior al promedio de la reciente década (4,3 por ciento), para 2013 revisamos nuestra proyección de crecimiento de 4,0 por ciento a 4,2 por ciento. En la dinámica trimestral, consideramos que la desaceleración de la actividad tocó fondo en el tercer trimestre del 2012. A partir de este punto se ha empezado a materializar un repunte, el cual debería consolidarse en la segunda mitad del año”.

Buena parte de la recuperación prevista se debe al efecto sobre la demanda interna que tendrá el Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo -PIPE-. “Prevemos que este plan aporte positivamente sobre los componentes de demanda de formación bruta de capital y consumo del gobierno, los cuales esperamos crezcan este año a una tasa de 8,4 por ciento y 5,1 por ciento, respectivamente. Con ello, nuestra previsión de crecimiento de la demanda interna para 2013 pasó de 4,8 por ciento a 5,6 por ciento”, sostiene el investigador.

Asegura Espinosa que “en términos de su impacto sectorial, esperamos que con el PIPE se estimule principalmente el crecimiento de la construcción, cuya variación pasaría de 5,3 por ciento a 5,6 por ciento. Otro de los renglones que presentaría una mayor dinámica es el de los servicios sociales, comunales y personales (rubro en el que se agrupa la actividad del sector público), cuya expansión estimada aumenta de 4,3 por ciento a 4,7 por ciento”.

En cualquier caso, es conveniente tener presente que, de todas las medidas contempladas en el PIPE, solo algunas tendrán un impacto en la actividad en el corto plazo.

Estas son las relacionadas con el mercado de vivienda, la prórroga de la rebaja de aranceles a bienes de capital y materias primas y el adelanto de proyectos de infraestructura. El efecto de todas las demás medidas será evidente en el mediano plazo, por lo que no conllevan cambios sustanciales en la perspectiva para 2013.

Sin embargo, el mejor comportamiento de la parte interna será compensado a lo largo del presente año con una desaceleración más acentuada del sector externo, principalmente de las exportaciones.

Sin este efecto positivo, el peso de la recuperación de la dinámica productiva recae en la demanda interna. Pese al aporte positivo del Gobierno con el PIPE, el camino para hacer más robusta la dinámica local sigue siendo largo. En ese sentido, las tasas de crecimiento iguales o superiores a 4,5 por ciento que muchos anhelan deben todavía esperar.