La baja inflación que está registrando el país, no solo está sorprendiendo a los mercados sino que podría enviar una señal de reacomodo para la actividad económica del país. Tanto es así que durante años las principales indicaciones del Gobierno de turno y los gremios, es trabajar para alcanzar una baja inflación que representa un menor costo de vida para los colombianos.
Sin embargo, cuando actualmente el país logra que el Índice de Precios al Consumidor, IPC, llega a su nivel más bajo durante octubre de este año, aparecen a la luz los temores por una mayor caída en los próximos meses (estanflación) y las consecuencias que se pueden derivar de ello.
Uno de los temores es que la baja inflación repercuta en el incremento del salario mínimo para el próximo año, además que a este indicador van atados otros incrementos como el de las multas de tránsito y los aumentos de las pensiones de los jubilados.
Ante la baja inflación, el Presidente Juan Manuel Santos dijo que las últimas cifras de inflación para el mes de octubre, “nos colocan en el primer lugar por encima de Chile. Estábamos en el segundo lugar como el país de toda América Latina con la inflación más baja. Ese es un factor de competitividad muy importante”, indicó el Mandatario.
De acuerdo con el Presidente Santos, una de las razones por las que Colombia puede ver el futuro con más optimismo, se relaciona con que el Gobierno ha cuidado la estabilidad macroeconómica como un tesoro, “porque –dijo– es fundamental tener un contexto apropiado y la competitividad no sería posible sin ese contexto apropiado”.
Presupuestos
“Así como la alta inflación trastoca todos los presupuestos por el aumento en el costo de vida, la baja también perjudica porque no le conviene sobre todo a los trabajadores que ganan el salario mínimo. Eso haría que los sindicatos desborden sus peticiones, complicando con ello al mercado laboral”, sostiene el académico Bernardo García.
Por su parte, el analista de Credicorp Capital, Daniel Velandia, dice que “la variación del IPC en octubre fue de -0.26%, cifra muy inferior a la esperada por el consenso (+0.13%) y por debajo de nuestra estimación de -0.07%, que se constituía en la más baja entre los analistas del mercado. De hecho, esta sorpresa (-39 puntos básicos) se constituye en la segunda más fuerte a la baja desde que se tienen registros, después de la registrada en abril del 2014 (-44 puntos básicos)”.
Indica el experto que “en nuestro caso, la sorpresa provino casi exclusivamente del comportamiento del grupo de alimentos, cuya variación fue de -1.0%, el mayor descenso desde septiembre del 2008. En efecto, nuestra proyección se basaba en una estimación para la inflación de alimentos de -0.25% y sin alimentos de 0.0%. Para este último caso, la variación efectiva fue de +0.03%”.
Con lo anterior, la variación anual de la inflación total quedó ubicada en 1.84%, prácticamente en el mínimo histórico registrado en febrero de 2013 (1.83%), quedando nuevamente por debajo del piso del rango meta del Banco de la República (3% +/- 1%), lo que resultó totalmente inesperado. Así mismo, la variación del IPC en lo corrido del año ascendió a 1.89%, inferior en 59 puntos básicos a la registrada durante los primeros diez meses de 2012.
Costo de alimentos
En un detenido análisis sobre esta situación, Velandia sostiene que “contrario a lo observado en septiembre de este año, cuando los precios de los alimentos presentaron una variación superior a la esperada, en esta oportunidad las reducciones observadas en tubérculos y plátanos (-11.51%), hortalizas y legumbres (-5.86%), frutas (-3.9%), lácteos, grasas y huevos (-0.18%), comidas fuera del hogar (-0.12%) y carnes y sus derivados (-0.01%), resultaron en la significativa sorpresa a la baja anotada anteriormente. Así, sólo los subgrupos de pescado (+0.28%) y cereales y productos de panadería (+0.03%) presentaron variaciones positivas durante el mes”.
Por otra parte, el experto asegura que “en general, el paro agropecuario de agosto ha continuado teniendo efectos sobre el abastecimiento de diversos alimentos. Mientras que en septiembre se generaron presiones alcistas en los precios por una menor oferta explicada por represamientos de la producción, en octubre la solución de estos problemas generó una sobreoferta con el consecuente efecto contrario sobre los precios”.
Señala que “al mismo tiempo, es de esperar que el comienzo de la temporada de lluvias haya contribuido a una mayor productividad de la producción agrícola en las últimas semanas”.
Ahora bien, resulta destacable la reducción mensual de los precios de las comidas fuera del hogar (-0.12%), lo cual no es usual para un mes de octubre. De hecho, la última reducción de este subgrupo para el décimo mes del año se observó en 1999 (-0.21%).
De acuerdo con lo anterior, la inflación anual de alimentos se redujo 139 puntos básicos a 0.66%, ubicándose en el menor nivel desde marzo del 2010, lo que resulta positivo desde el lado del consumidor pero asimismo hace evidentes los problemas de rentabilidad que enfrenta el sector agrícola.
En términos generales, en octubre siete grupos se ubicaron por encima de la inflación total (-0.26%): vivienda (0.15%), salud (0.09%), vestuario (0.07%), educación (0.00%), comunicaciones (-0.01%), otros gastos (-0.05%) y transporte (-0.12%). Por debajo se ubicaron diversión (-0.32%) y alimentos (-1.00%).
Otros componentes
En cuanto a los grupos diferentes al de alimentos presentaron comportamientos ‘típicos’ para esta época del año, los diferentes componentes de la inflación no tuvieron variaciones de relevancia frente a los niveles de septiembre en términos anuales. Así, la inflación anual de no transables sin alimentos ni regulados (medida de demanda interna), presentó una reducción de 3 puntos básicos a 3.67%, manteniéndose en el menor nivel desde junio del 2012. Esta leve reducción estaría principalmente explicada por una disminución de 2 puntos básicos en la inflación de arriendos a 3.57% anual.
Por su parte, la inflación anual de transables excluyendo alimentos y regulados permaneció inalterada en 1.34%, permaneciendo en los niveles más altos desde finales de 2009.
Por el contrario, la inflación de regulados se redujo 17 puntos básicos a 1.07% anual, lo que se explica por una reducción de 1.34% en combustibles para vehículos (gasolina) y de 0.28% m/m en las tarifas de energía eléctrica. La inflación anual sin alimentos se ubicó en 2.31% en octubre, representando una caída de 5 puntos básicos frente a la lectura anterior.
Otras proyecciones
Por otra parte, el analista macroeconómico de Serfinco, Luis Jairo Acevedo, sostuvo que “consideramos que la sorpresa en la publicación implicará un recorte en nuestra proyección hacia el cierre del año, que se encontraba en 2,50% anual. No obstante, creemos que existen factores que nos permiten mantener una expectativa de una tendencia alcista en el indicador. Igualmente, el comportamiento de los indicadores de inflación básica soporta nuestra posición de estabilidad de la tasa de intervención del Banco de la República hasta abril de 2014”.
El experto sostuvo que “consideramos que la cifra generará cambios a la baja en la proyección de inflación hacia el cierre del año. Al igual que en septiembre, el comportamiento de la inflación continúa siendo liderado por factores de oferta, como un mayor abastecimiento de alimentos o el cambio tarifario en algunos servicios públicos. En tal sentido, la cifra es explicada en mayor medida por la contracción mensual de 1,0% en el rubro de alimentos”.
Señala en su informe Acevedo que “En Serfinco consideramos que si bien la inflación se encuentra en niveles históricamente bajos, existen factores que permiten prever un comportamiento alcista en los próximos dos meses. Por ejemplo, las inflaciones mensuales de noviembre y diciembre de 2012 fueron las menores de toda la serie histórica para dichos meses”.
Añadió el investigador que “no esperamos que se presenten caídas de dicha magnitud (-1% mensual) en la inflación de alimentos para los siguientes meses. No obstante, este rubro será el principal factor a monitorear para lo que resta del año”.
Fuera del rango
Resalta el analista que la inflación anual se encuentra por debajo del rango meta del rango del Banco de la República (entre 2,0% y 4,0%) por tercera oportunidad en lo corrido del año. Adicionalmente, la inflación acumulada a octubre es la más baja registrada en el mismo mes de toda la serie histórica.
La contracción de los precios de los alimentos en octubre, especialmente de los perecederos, se marcó principalmente en la segunda y tercera semana. En tal sentido, durante la primera semana, momento en el cual se realizó la estimación, se observaba una estabilidad en los precios de los alimentos en los centros de abastecimiento según el sistema de información de precios del DANE.
Asimismo, tan sólo alimentos y diversión y esparcimiento tuvieron una inflación mensual por debajo del total nacional, entre ocho grupos de gasto. Dado que alimentos tiene una participación de 28,1% dentro del IPC total, la sorpresa negativa estuvo explicada, principalmente, por la caída de los precios en este rubro.
La inflación de los bienes no transables mostró una desaceleración menor. Por su parte, la inflación de los bienes transables permaneció estable en 1,34% anual, en línea con la reducción de la volatilidad de la tasa de cambio en los últimos meses.
Asimismo, los indicadores de inflación básica mostraron una desaceleración menor que la observada en la inflación total. En consecuencia consideramos que los factores que lideraron a la baja a la inflación son los más volátiles y relacionados más con la oferta que con la demanda.
ANÁLISIS
Menos presiones
El menor nivel del IPC en octubre, va a conllevar que en las empresas se rediseñen los presupuestos de cara al año entrante, como ya lo están destacando los mercados. Sin duda, este indicador es clave en el manejo de recursos no solo para el sector privado sino para el sector oficial. Esto significa un dolor de cabeza para quienes manejan las finanzas del Estado.
De otro lado, la fuerte sorpresa a la baja en octubre seguramente traerá consigo una reducción importante de las expectativas de inflación por parte del consenso del mercado para el cierre de 2013 (ubicadas en 2.57 por ciento según la encuesta del Banco de la República correspondiente a octubre de este año) y en menor medida para el dato doce meses adelante (hoy en 2.97 por ciento anual). Para los principales analistas y sectores privados, lo más probable es que la inflación al final del año se ubique entre 2.2 por ciento y 2.3.
Sin embargo, se considera que la mayor fuente de incertidumbre para los próximos meses continuará proviniendo del comportamiento de los precios de los alimentos, mientras que las presiones desde el lado de demanda permanecen contenidas, tal y como lo refleja el comportamiento de la inflación sin alimentos y en particular, del indicador de no transables.
Sin duda alguna, el comportamiento de la inflación en octubre le brinda un mayor espacio al Emisor para mantener su actual postura de política monetaria por un período extendido de tiempo.
En todo caso, los mercados y analistas no prevén una nueva reducción de la tasa repo en la reunión de política del próximo 29 de noviembre en cuanto sigue siendo cierto que el Producto Interno Bruto, PIB, mantiene la convergencia hacia su nivel potencial mientras que las medidas básicas de inflación permanecieron relativamente estables durante el último mes.
De igual manera, se espera que la inflación total retorne al rango meta durante este mes, por lo que el comportamiento del mes anterior habría sido netamente temporal.
Tendencias de inflación
(% para 2013)
Baja 2,2
Alta 2,3
Fuente: ENS