El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunciará su discurso sobre el estado de la Unión centrado en el impulso de la economía y reformas clave, como la migratoria, pero su atención estará también puesta en la crisis tras el ensayo nuclear de Corea del Norte.
Pocas horas antes de que Obama ofrezca su mensaje a las 21H00 locales (02H00 GMT del miércoles) ante el Congreso, tradicionalmente enfocado en asuntos internos, el mandatario debió responder a la nueva prueba nuclear, la cual calificó de "provocadora".
Obama, apenas a tres semanas de haber asumido su segundo mandato de cuatro años el 20 de enero, abogó por una respuesta internacional "rápida" y "creíble" frente al régimen de Pyongyang.
Pero pese a esta crisis, el discurso del mandatario seguirá estando enfocado en la creación de empleo y las dificultades económicas que amenazan la frágil recuperación estadounidense, según señaló el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
"El énfasis de siempre de estos grandes discursos se mantiene y se mantendrá igual, en la necesidad de hacer que la economía trabaje para la clase media", apuntó al referirse al discurso, que delineará las prioridades del gobierno en los próximos meses.
El llamado del mandatario a un equilibrio presupuestario tendrá más urgencia toda vez que el 1 de marzo entrarían automáticamente en vigor recortes de envergadura, que podrían amenazar el aún endeble crecimiento ecomómico, a menos que republicanos y demócratas lleguen a acuerdos.
Obama renovará su llamado a aprobar mayores impuestos a los ricos junto a inversiones en infraestructura, educación y energías "verdes", en un mensaje que ofrecerá ante un Congreso dividido, con la Cámara de Representantes en manos republicanas, representantes de los otros poderes, y que será seguido por millones de estadounidenses.
Pero en su discurso, de alrededor de una hora de duración, Obama no dejará de lado temas que transformó en prioritarios no bien empezó su segundo mandato, como el control de las ventas de armas, tras una matanza de niños en Connecticut en diciembre, y una reforma migratoria integral.
Legalizar a once millones de personas
Luego de unas elecciones en noviembre que demostraron el creciente poder del voto de los hispanos, la primera minoría del país, Obama ha recrudecido su lucha por una reforma migratoria, que incluya una vía hacia la ciudadanía para los más de once millones de indocumentados en el país, la mayor parte de ellos latinoamericanos.
Mientras un grupo bipartidista de ocho senadores alcanzó un acuerdo de principio para tratar la reforma en el Congreso, los republicanos en la Cámara de Representantes aún no están muy convencidos.
En el marco de su estrategia de viajar por el país para abogar por sus iniciativas, Obama dio un discurso el 29 de enero en Las Vegas, Nevada (oeste), para defender la reforma, que quiere concretar este mismo año.
Como una señal, entre los invitados al palco de la primera dama, Michelle Obama, en el Congreso para oír el discurso estará Alan Alemán, un joven mexicano indocumentado que se benefició de una medida del gobierno para diferir su deportación, adelantó un funcionario de la Casa Blanca que se mantuvo en el anonimato.
Inmigrantes y organizaciones civiles, activados para defender una reforma que ha fracasado en el Congreso en el pasado, realizarán concentraciones en varias ciudades para seguir todos los detalles del discurso.
La respuesta republicana a Obama estará a cargo de la estrella ascendente del partido, el senador de origen hispano Marco Rubio, quien hablará tanto en inglés como en español. El legislador es además figura clave, ya que integra el grupo bipartidista del Senado dedicado a la inmigración.
Aunque el discurso sobre el estado de la Unión no suele profundizar en temas internacionales, Obama anunciará su deseo de repatriar de Afganistán a 34.000 de los 66.000 soldados en los próximos doce meses, según adelantó a la AFP un funcionario estadounidense.