La economía mexicana, la segunda más grande de América Latina, creció 4,1% en el segundo trimestre de 2012 en relación con el mismo periodo del año anterior, informó ayer el gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Producto Interno Bruto (PIB) de México "se incrementó 4,1% en el segundo trimestre de 2012 con relación a igual trimestre de un año antes, producto del desempeño positivo de los tres grandes grupos de actividades que lo integran", dijo el Inegi en un comunicado.
El PIB de las actividades primarias aumentó 9,5% a tasa anual como consecuencia, principalmente, del avance reportado en la agricultura, abundó.
El sector secundario avanzó "3,6% a tasa anual en el segundo trimestre del presente año, resultado de las alzas en tres de sus cuatro sectores: la construcción se elevó 4,9%; las industrias manufactureras 4,5% y la electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final 1,2%".
En tanto que el crecimiento de las actividades terciarias fue superior en 4,4% en el trimestre.
La secretaría de Hacienda había estimado a fines de julio un crecimiento de 4% para el período, y prevé una expansión de al menos 3,5% para todo el año.
La economía mexicana creció 3,9% en 2011 y, según estimaciones del Banco de México, en 2012 podría cerrar con un crecimiento de entre 3,25% y 4,25%.
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De otro lado, Brasil se convirtió ayer en el centro de atención de los fabricantes asiáticos puesto que con Estados Unidos y Europa en crisis, los fabricantes han puesto sus ojos en el lucrativo mercado de consumo brasileño, con la esperanza de capitalizar en los preparativos del país para la Copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro.
Esta semana cientos de ellos desembarcaron en Sao Paulo, la capital económica de Brasil, para tres días de exhibición de sus productos electrónicos, textiles, para el hogar, materiales de construcción. Y esperan no sólo venderlos en Brasil, sino en toda la región.
"China Sourcing Fairs", el primero de estos eventos realizado en Brasil, atrajo a 340 fabricantes de China, 41 de Hong Kong, 29 de India y siete de Taiwán, así como a muchos compradores potenciales de todo Brasil y Sudamérica.
Con una población de 191 millones de personas y una creciente clase media de unos 95 millones de personas, Brasil, rico en recursos naturales, es la sexta economía mundial y está a la espera de un boom aún mayor mientras invierte miles de millones de dólares en proyectos de infraestructura para el Mundial-2014 y los Juegos de 2016 en Río.
"Una economía en crecimiento, un ingreso creciente, una clase media creciente; cuando uno tiene esas cosas, tiene una creciente demanda de productos para el consumidor: esto es lo que estos fabricantes ofrecen", dijo Bill Janeri, gerente general de "China Sourcing Fairs".
Vicente Silverio, socio de una compañía de chatarra basada en Sao Paulo, dijo que vino a la exposición a ver productos relacionados con el reciclaje.
"Los productos hechos en China y vendidos en Brasil muchas veces son de mala calidad, y los eléctricos, por ejemplo, tienen problemas de seguridad. Espero que lo que ofrezcan aquí sea mejor. Los buenos precios no deben lograrse a expensas de la calidad", dijo a la AFP.
Los fabricantes brasileños se quejan de larga data de la entrada masiva de importaciones chinas.
Este año, las autoridades decidieron imponer un estricto control de calidad en las importaciones de China y otros países asiáticos para frenar esta cascada de mercaderías baratas.
Las medidas se aplican a 240.000 modelos en los sectores de textiles, productos de acero, autopartes y artículos para niños, principalmente juguetes.
Brad Kang, un empresario surcoreano basado en Paraguay, dijo que vino a la feria a observar los productos electrónicos.
"Quiero establecer contactos con proveedores chinos aquí", dijo a la AFP, recordando que Paraguay no tiene relaciones diplomáticas ni comercio directo con China continental porque reconoce a Taiwán, considerado una provincia rebelde por Pekín.
Su compañía Coree S.A. vende mercaderías 'made in China' en Ciudad del Este, capital del contrabando y los productos falsificados localizada en territorio paraguayo, en la triple frontera de Brasil, Argentina y Paraguay.