La economía de Japón siguió dando signos de dificultades en septiembre, con una caída de la producción industrial y un consumo en baja, arrastrada por la degradación de la coyuntura mundial y sin que se vislumbre una mejora en el horizonte.
El ministerio de Economía japonés anunció este martes que la producción industrial había retrocedido 4,1% en un mes, principalmente a causa del sector automotor.
Los fabricantes redujeron el ritmo de producción de sus plantas para tomar en cuenta durante el mes de septiembre el fin del programa de subvenciones públicas a la compra de vehículos que gastan poco combustible.
Se trata del quinto retroceso consecutivo en seis meses, con una industria manufacturera nipona que se vio afectada por el retroceso de la economía mundial causado por la crisis de la deuda en Europa.
En un año, la producción industrial cayó 8,1%.
Otro factor inquietante es que los profesionales nipones se mostraron pesimistas para el mes de octubre, ya que esperan una nueva baja de la producción industrial de 1,5%, según una encuesta del ministerio de Economía, Comercio e Industria (Meti).
El Meti también se mostró pesimista. Estimó que la producción industrial "está en declive", mientras que un mes antes sólo admitía que comenzaba "a debilitarse".
Como pálida luz de esperanza, los profesionales anticipan una ligera recuperación de la producción industrial en noviembre (+1,6%), gracias a un alza de la demanda de componentes electrónicos.