El Producto Interior Bruto (PIB) español creció un 3,2% en 2016, la misma tasa que en 2015, según el dato provisional publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el cuarto trimestre del año, el alza fue de 0,7% con respecto al trimestre anterior, precisó el comunicado del INE. Estos datos son conformes a las previsiones del gobierno y del Banco de España.
Este ritmo es superior al de la zona euro, que fue en promedio de 1,7% interanual en el tercer trimestre (últimas cifras disponibles de Eurostat).
El crecimiento se desaceleró levemente en los últimos dos trimestres, a 0,7% contra 0,8% en la primera mitad del año.
La expansión de la economía, favorecida por los bajos precios del petróleo, estuvo alimentada por un aumento del consumo ligado a la baja del desempleo, por las exportaciones y las buenas cifras en el sector del turismo, que batió récord en 2016.
España, cuarta economía de la zona euro, registró su decimotercer trimestre consecutivo de crecimiento desde fines de 2013 cuando comenzó a reponerse de la crisis inmobiliaria y financiera desencadenada en 2008.
El crecimiento del PIB debería no obstante desacelerarse este año, a 2,5% según las últimas estimaciones oficiales. El Banco de España anticipa una pérdida de fuerza de los factores que estimularon hasta ahora la economía, como el precio del crudo y las tasas de interés, así como la depreciación del euro.
España también se comprometió con la Comisión Europea a reducir su elevado déficit, llevándolo a 3,1% en 2017.
El desempleo, que la crisis disparó a niveles sin precedentes, continuó cayendo en 2016, para situarse en 18,6%. Pero sigue siendo, después del de Grecia, el mayor de la Unión Europea (UE) y está muy por encima del promedio de 9,8% (para noviembre) de la zona euro.