El componente internacional en todo proceso de paz es clave. En el que se está desarrollando en Colombia este aspecto poco a poco se ha ido fortaleciendo. Prueba de ello es la designación tiempo atrás de Ben Aronson  como delegado de Estados Unidos, así como la presencia de representantes de la Unasur y la ONU en la asesoría a la Mesa de Negociación de la Habana en temas relacionados con el posconflicto y  el cese  el fuego y de hostilidades.

A ese componente se suma ahora el enviado especial de la Unión Europea para el proceso de paz en Colombia, Eamon Gilmore,  que esta semana estuvo en nuestro país tomando las primeras impresiones sobre el avance de las tratativas y la percepción del Gobierno  al respecto.

Gilmore tiene amplia experiencia en la búsqueda de  salidas negociadas al conflicto, toda vez que fue Viceprimer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda , así como impulsor de la iniciativa “Tren por la paz”, que trabajó para impulsar la libertades civilices y promover el exitoso proceso de paz en su país.

Si bien es cierto  que ningún proceso de paz se parece a otro, también lo es el que en el irlandés la activación de un componente de apoyo internacional a las tratativas fue clave para que después de una larga negociación se llegara a un acuerdo final.

Gilmore también será clave en abrir paso al componente de apoyo financiero para el posconflicto que la Unión Europea ha prometido si ve avances concretos en el proceso de paz en Colombia.