E. Árabes habría reclutado 1.200 militares | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Septiembre de 2013

Ante las amenazas que afrontan y que los hacen vulnerables, entre ellas un conflicto fronterizo con Irán, los Emiratos Árabes Unidos están fortaleciendo sus Fuerzas Militares con equipos, tecnología de punta y soldados profesionales, suboficiales y oficiales con la especialidad de comandos de Colombia y de otras nacionalidades.

Éstos, que gracias al petróleo disponen de suficientes recursos económicos, no quieren descuidarse y ser sorprendidos por sus eventuales enemigos.

Además, el gobierno de Emiratos Árabes decidió acelerar la contratación de militares de todo el mundo y, en especial de Colombia, teniendo como base lo que ha ocurrido en países víctimas de la llamada “primavera árabe”, es decir, las violentas sublevaciones que terminaron con el derrocamiento de sus mandatarios, en varias naciones de Medio Oriente.

Aunque la conformación de las tropas la vienen ejecutando con soldados de diferentes nacionalidades, prefieren los colombianos por sus capacidades en el combate, en los servicios de inteligencia y por su amplia experiencia en operaciones de guerra irregular.

La decisión de ese país, que cuenta con el suficiente dinero para pagar altos sueldos, se ha convertido en un problema de seguridad nacional para Colombia, por la deserción de soldados profesionales, suboficiales y oficiales con especialidades de comando que buscan un cupo para integrar esas fuerzas militares árabes.

Pero no es solo hacia esa nación a donde están partiendo los uniformados nacionales, sino que se sabe que están ingresando a fuerzas militares en Dubái.

Tanto en Emiratos Árabes como en Dubái, la combinación de inestabilidad regional y el elevado precio del petróleo, han hecho que sus gobiernos opten por una ambiciosa modernización y adquisición de equipos de guerra para el Ejército y la Fuerza Aérea.

Los Emiratos Árabes Unidos esperan alcanzar un nivel de capacidad comparable al de los más altos estándares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN y entre su equipo de guerra cuenta con aviones F-16  Desert Falcon, la versión del F-16 más avanzada hasta el momento, fabricada exclusivamente para la Fuerza Aérea de los Emiratos Árabes Unidos.

También cuenta con Cazas Mirage 2000 y el Ejército, responsable de las operaciones terrestres, cuenta con sofisticados tanques de guerra de última generación y los servicios de inteligencia con tecnología de punta.

 

No se cumple

Una fuente de una agencia de seguridad en Colombia afirmó que a pesar de que el Gobierno nacional envió una comisión a Dubái, en un esfuerzo para frenar la contratación de los militares colombianos, allí requieren una fuerza de más de tres mil hombres bien entrenados, con los cursos y experiencia de operaciones exitosas y sus secretos operacionales, como los nuestros.

Además de colombianos, también aparecen en esas fuerzas militares de Chile, El Salvador y de Sudáfrica.

El gobierno de los Emiratos Árabes Unidos dijo en esa oportunidad que congelaba la contratación de militares colombianos.

Pero se sabe que los soldados que abandonaron las filas para incorporarse a la fuerza militar en Dubái, son egresados de la Escuela de Lanceros, donde recibieron capacitación y entrenamiento en la temática de doctrina de combate irregular; también son paracaidistas con sus diferentes especialidades, entre ellas en el planeamiento y desarrollo de operaciones aerotransportadas en el ámbito de la guerra regular e irregular y otros son egresados de la Escuela de Fuerzas Especiales, ubicada en El Barrancón, en el departamento del Guaviare, donde reciben capacitación como expertos en operaciones especiales con capacidad de liderar, conducir y desarrollar misiones en cualquier ambiente operacional.

Muchos de los uniformados que pasaron al retiro del servicio activo con el propósito de incorporarse a las fuerzas de los Emiratos Árabes Unidos, también pasaron por el Centro Nacional de Entrenamiento en el Fuerte de Tolemaida, ubicado en el municipio de Nilo, en Cundinamarca, donde adelantan los cursos de especialización de combate, formación de soldados profesionales y el reentrenamiento de las unidades operativas, especiales y brigadas móviles del Ejército Nacional.

Los soldados profesionales, los suboficiales y oficiales que abandonaron las filas militares de Colombia, recibieron miles de horas de preparación y entrenamiento con los mejores instructores del Ejército, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, FAC. Otros adelantaron cursos en el exterior para fortalecer su preparación.

También emplearon muchas horas de vuelo en aviones y helicópteros, uniformes, municiones, armas de corto y largo alcance, explosivos, para llegar a las capacidades de “comandos”.

En su momento, el entonces comandante de las Fuerzas Militares, general Alejandro Navas, dijo que era una situación difícil la que afrontaba el Ejército Nacional, pues muchos de sus “comandos”, es decir, los mejores soldados del país, abandonaban las filas por el incentivo económico.

Se sabe que la meta inicial del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, es reclutar un total de tres mil soldados profesionales, suboficiales y oficiales, dada la alta calidad en su preparación y formación para el combate en guerra irregular y con un alto desempeño en una eventual guerra regular.

“La cifra exacta de soldados colombianos en Dubái no la conocemos, pero sabemos que van más de mil doscientos o mil trescientos hombres y reitero que la meta es tener en sus filas a tres mil militares colombianos, considerados como los mejores comandos en comparación con el grado de instrucción que se recibe en otras naciones de América y en Sudáfrica”, precisó la fuente de las agencias de seguridad del Estado colombiano.

El general Navas lamentó que excelentes oficiales y suboficiales, con las más altas calificaciones y con los más avanzados cursos de combate, renuncien para irse a Dubái.

Un capitán del Ejército Nacional, identificado únicamente con sus apellidos Rojas Rivera, con los más avanzados cursos de combate, afirmó que renunció para ocupar un cargo de oficial en Dubái. Por supuesto con mejor remuneración, la cual supera hasta en cinco veces el sueldo que recibía en Colombia donde todos los días tenía que exponer su vida enfrentando a las guerrillas de las Farc y del Eln y las amenazas del narcotráfico y las bandas criminales al servicio del narcotráfico, Bacrim, en que se convirtieron las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia, Auc.

El oficial en retiro del Ejército colombiano dijo que “como muchos uniformados, fue convidado por sus cursos que están allá y por los anuncios de una excelente remuneración, los servicios médicos y otras prerrogativas que nos permiten fortalecer en materia económica a nuestras familias y un futuro para nuestros hijos en materia de estudio”.

Explicó que “con dos años de trabajo tengo para adquirir una vivienda para mi familia, pues en el Ejército Nacional se requiere un ahorro de casi quince años para comprar una casa o un apartamento y otros quince para terminar de pagar la deuda”.

“Por fortuna estamos en uno de los Ejércitos mejor preparados del mundo y esta ventaja nos permite tener una mejor proyección frente a otros militares de otras naciones que también buscan un mejor futuro económico.

“En los Emiratos Árabes trabajamos en operaciones de seguridad y vigilancia, especialmente en oleoductos y rascacielos de posibles ataques terroristas. También adelantamos misiones de patrullaje y escuadrones antimotines”, acotó Rojas Rivera.

Aseguró que “los salarios son respetables, pues en muchos casos se multiplican por cinco, seis y hasta en diez, lo que nos permite tener una mejor visión y un futuro no solo para nosotros sino para nuestras familias”.

 

Proceso discreto

Las agencias de seguridad del Estado consultadas por EL NUEVO SIGLO afirman que los procesos de “reclutamiento” son muy discretos y las comunicaciones se hacen casi que clandestinamente por parte de las empresas, en su mayoría estadounidenses, que también cambian frecuentemente de razón social, al parecer, para no llamar la atención de las autoridades.

“Los reclutadores, generalmente bien asesorados, buscan a militares colombianos con muchas capacidades, entre ellas expertos en combates, en contraguerrillas, en operaciones en la profundidad de la selva, con la especialidad de anfibios y en operaciones de asalto y golpes de mano. Deben ser lanceros, paracaidistas, fuerzas especiales y comandos”, señaló el oficial en retiro en su diálogo con EL NUEVO SIGLO.

Insistió en que los reclutadores someten a “los hombres escogidos a exigentes pruebas físicas y psicológicas que les permiten establecer que pueden soportar condiciones extremas, especialmente en el desierto”.

Claro, explicó Rojas Rivera, que “las difíciles condiciones que se viven en Colombia cuando se opera en la profundidad de la selva contra las llamadas reservas estratégicas de las Farc o del Eln, contra el narcotráfico y otras manifestaciones de violencia, no se pueden comparar con los retos que nos esperan en los Emiratos Árabes”.

La desbandada causa preocupación en algunos sectores del Ejército Nacional, pues “reclutan a soldados con mucha experiencia en combate, hombres valiosos con muchos años de servicio, pero aquí no hay nada ilegal”. 

“No podemos competir con las fabulosas sumas de dinero que ofrecen allá, porque mientras un soldado profesional en Colombia tiene una asignación de más de  950 mil pesos al mes, en los Emiratos Árabes le ofrecen cinco millones y las cifras suben hasta cinco veces para suboficiales y para tenientes, capitanes, mayores, tenientes coroneles y coroneles, entre otros”, afirmo un oficial que pidió no ser identificado y que dialogó con el diario EL NUEVO SIGLO.

El oficial explicó que en los Emiratos Árabes Unidos “nos tratan bien, pues se valora la especialidad de comandos y contamos con un subsidio de subsistencia, con educación y servicio de salud gratuitos. En el contrato que firmamos tenemos derecho a acceder a todo eso, porque se nos entrega una visa de residente y cédula emiratí”.

A pesar que algunos mandos restan importancia al éxodo de los uniformados, otros consideran que Colombia afronta  graves problemas de seguridad nacional, pues en muchos casos, Batallones de Combate Terrestre se quedaron sin “comandos”, sin enfermeros de combate, expertos en comunicaciones y en operaciones avanzadas.

“Claro que los reemplazamos... ¿pero la experiencia dónde queda... el tiempo de preparación y formación, las miles de horas de vuelo en aviones y helicópteros, los costos en su preparación, formación, alimentación y vestuario...?, se pregunta un oficial del Comando General de las Fuerzas Militares.

Se sabe que el Ministerio de Defensa Nacional y los altos mandos trabajan en las Fuerzas Militares, en un esfuerzo para neutralizar ese éxodo, mientras que se registraron reacciones al más alto nivel diplomático.

El Gobierno nacional espera encontrar una salida a la difícil situación planteada por la deserción militar e incluso una comisión de militares, funcionarios del Ministerio de Defensa y del Ministerio de Relaciones Exteriores, estuvo en Dubái para buscar una salida a este problema.

 

Lo que pierden

Los miembros de las Fuerzas Militares en servicio activo gozan de una serie de beneficios que van desde el proceso de formación, alimentación, vestuario, régimen salarial, de salud, prestacional y de pensiones.

El oficial del Comando General de las Fuerzas Militares explicó que en materia de capacitación “los soldados profesionales entre los 12 y 15 años de servicio, previa selección podrán adelantar otros cursos de aprendizaje y capacitación y desempeñar actividades afines con dichos cursos de acuerdo con las necesidades del servicio. También reciben capacitación orientada hacia su retorno a la vida civil”.

Para los oficiales y suboficiales también acceden a los cursos de comando y los obligatorios para acceder al grado siguiente. También pueden terminar las carreras que iniciaron en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova y la Inocencio Chincá.

Los uniformados también tienen derecho a una partida de alimentación y de vestuario de acuerdo con las disposiciones legales sobre la materia.

En materia salarial y prestacional, el Gobierno nacional expidió el régimen salarial y prestacional, sin desmejorar los derechos adquiridos. También gozan de un régimen especial de pensiones.

En cuanto a los soldados profesionales “la pensión de vejez, invalidez y sobrevivencia se rige por el sistema de capitalización previsto en la Ley 100 de 1993”.

En el caso de los soldados profesionales “que se vinculen a las Fuerzas Militares devengarán un salario mensual equivalente al salario mínimo legal vigente, incrementado en un cuarenta por ciento del mismo salario. Sin perjuicio de lo dispuesto en el parágrafo del artículo siguiente, quienes al 31 de diciembre del año 2000 se encontraban como soldados de acuerdo con la Ley 131 de 1985, devengarán un salario mínimo legal vigente incrementado en un sesenta por ciento”.

También los soldados profesionales  gozan de una prima de antigüedad que establece que “cumplido el segundo año de servicio, el soldado profesional de las Fuerzas Militares tendrá derecho a una prima mensual de antigüedad equivalente al seis punto cinco por ciento de la asignación salarial mensual básica. Además, por cada año de servicio adicional, se reconocerá un seis punto cinco por ciento más, sin exceder del cincuenta y ocho punto cinco por ciento”.