Tras el abatimiento del Mono Jojoy en septiembre pasado, las Farc implementaron una nueva estrategia de guerra que consiste en subdividirse en pequeños grupos, según análisis de la corporación Nuevo Arco Iris.

El 7 de agosto pasado, cuando cumplió su primer año de gobierno, el presidente Juan Manuel Santos anunció cambios de fondo en la estrategia militar para enfrentar de mejor manera a esta guerrilla.

La misma se fundamentes en cinco elementos: unidades más pequeñas y efectivas, unificación de la inteligencia, colaboración con la justicia, afianzar la política de consolidación, y una debida protección legal a los integrantes de la Fuerza Pública.

El experto en seguridad Alfredo Rangel coincidió en la necesidad de actualizar la estrategia de las Fuerzas Militares, sin embargo consideró que “el problema de fondo que está desestimulando la operatividad de las Fuerzas Militares es la inseguridad jurídica, que no ha sido solucionada de fondo por parte del Gobierno nacional. El hecho de que se hubiera desarticulado la justicia penal militar y prácticamente el fuero militar es el problema que está detrás del descenso del nivel de operaciones de las Fuerzas Militares contra los grupos guerrilleros, que les ha dado una libertad de acción y el margen de maniobra suficiente para haber incrementado el número de sus ataques contra las Fuerzas Militares, contra la infraestructura económica nacional y contra la población civil”.

Por su parte el también experto en seguridad John Marulanda señaló que “ahora con este plan que presenta el Presidente creo que se han dado cuenta que hay problemas serios de la inteligencia. Parece que la inteligencia como tal no ha logrado sacar el mejor producto que es prever cuáles son las acciones de la amenaza y neutralizarlas. Entonces sí es urgente que la inteligencia se actualice”.