Por segunda vez en su historia Reino Unido tendrá una mujer como primera ministra, tras confirmarse que los diputados del Partido Conservador votaron por Theresa May, secretaria del hogar, y Andrea Leadsom, ministra menor de energía, como candidatas para las elecciones de la colectividad que se realizarán en octubre.

Ex secretaria menor de educación y ex portavoz del Partido Conservador, May tiene un amplio recorrido en la política británica, lo que la candidatiza como la principal aspirante para reemplazar a David Cameron en 10 Downing Street. Por sus fuertes principios, es catalogada como la nueva “Dama de Hierro”,  al compartir la misma vitrina política y un perfil similar a la de la ex primera ministra, Margaret Thatcher.

May, en la segunda ronda de votación realizada ayer, le ganó por amplio margen a sus rivales “tories” con 199 votos, muy por encima de Andrea Leadsom, aquella mujer que no tenía un recorrido importante en la política británica y de un momento a otro se convirtió en una ficha que sumió las aspiraciones del polémica Michael Gove, tercero en las elecciones.

Gove, un hombre polémico que le dio la espalda a Boris Johnson 10 minutos antes de que anunciara su nominación como primer ministro, quedó en el tercer lugar, pese a sus jugadas de la semana pasada que lo convirtieron en un hombre famoso por traicionar amigos y viejos compañeros políticos.

Proyecciones

A dos meses y medio para que los 150.000 miembros del Partido Conservador elijan a su jefa de estado, Theresa May se perfila como la favorita, tras obtener por amplio margen el primer lugar en los Tories.

May, como Leadsom, tendrá que unificar un partido dividido radicalmente en dos partes: partidarios del Brexit y seguidores de la Unión Europea. En el papel aquellos que hicieron  campaña para dejar el bloque parecen los más fuertes, sin embargo, varios se fueron del partido antes del referendo y grupos políticos como el UKYP, fundado por Nigel Farrage, el ex tory que tras lograr su objetivo renunció a la dirigencia argumentando que ya había cumplido su misión.

Al conocer la lectura de los resultados por parte del portavoz Tory, May dijo que “esta votación muestra el partido conservador puede juntarse y unirse, y bajo mi dirección lo hará”, manifestando que a su partido lo acecha el divisionismo,  lo que lo llevó a sortear el Brexit de manera desorganizada y poco seria, primando los duelos individuales entre sus candidatos por encima del interés partidista.

El Partido Conservador, de hecho, es visto como el culpable de la salida de Reino Unido del bloqueo europeo. Tanto Europa como los partidos locales señalan que los duelos internos de los tories llevaron a que un país de semejante tradición en el bloque tomará la decisión de abandonar la UE. Se refieren específicamente a las diferencia entre Boris Johnson, fuera de carrera; David Cameron, pronto a dejar el poder en septiembre, y; Nigel Farrage, que unos años antes fundó el UKYP y debilitó al partido.

Votaciones

Con dos candidatas en línea, hecho que nunca se había presentado en la tradicional política inglesa, el Partido Conservador abre paso a una cálida y rápida campaña que tendrá lugar durante el verano. Los 150.000 miembros tories irán a las urnas en septiembre para elegir a May o Leadsom.

El 9 de septiembre se conocerá cuál será la sucesora de Cameron, casi un mes antes de que el hoy primer ministro se presente a la asamblea de su partido y le ceda la jefatura de gobierno a nueva jefa de gobierno. Se esperaba, tras su renuncia, que el 2 de septiembre fuera la fecha límite para elegir la nueva primera ministra, pero Cameron pidió que lo dejaran asistir al G-20 en su último acto esa semana como jefe de gobierno.

Estas fechas, sin embargo, pueden ser modificadas por la imperante necesidad de controlar la volatilidad en los mercados. Tras el Brexit, las finanzas en el Reino Unido han variado diariamente,  generado un estado de enorme incertidumbre en los inversores.

Esta situación ha llevado algunos líderes del Partido Conservador a proyectar unas elecciones anticipadas. En un comunicado revelado por el periódico The Guardian, de Londres, Grant Shapps, ex co presidente de los tories, le pide al actual presidente, Andrew Feldman, que  acorte el proceso, dado que los parlamentarios ya votaron por los candidatos.

Si el pedido de Shapps es tomado por Feldman, la siguiente primera ministra de Reino Unido sería Theresa May, una mujer que tras la tormenta del Brexit jugó callada y estratégicamente dentro del partido. Si es nombrada, será de los pocos políticos que fue capaz de afrontar las exigencias de salida de su país de la Unión Europea, reto al que Farrage y Johnson le hicieron el feo, tras ganar y asustarse en el intento.