La dolarización de la economía impulsada por el gobierno de la presidenta argentina Cristina Kirchner, con rígidos controles cambiarios y comerciales, se extiende a los bonos provinciales, con planes de convertirlos a pesos.
El gobierno de la rural provincia del Chaco (nordeste), un firme aliado de Kirchner, acaba de pagar en pesos el cupón (rendimiento) de un bono en dólares, por una pequeña suma de 250.000 dólares, pero suficiente para causar escalofríos en los mercados.
En el segundo día consecutivo de nerviosas ventas de valores argentinos nominados en pesos o en dólares, los precios caían ayer de 1,5% a 3,5%, tras desplomarse 4,3% en promedio el martes, según la consultora Maxinver.
"Hay que lograr que la deuda que se toma en Argentina se haga en pesos para reducir la vulnerabilidad del país", dijo el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, en rueda de prensa emitida ayer por televisión.
El vicegobernador de la provincia de Buenos Aires (centro-este), Gabriel Mariotto, otro fiel kirchnerista, echó más leña al fuego al afirmar que respaldará al gobernador peronista (oficialismo), Daniel Scioli, si avanza por igual camino.