La cotización del dólar aumentó 50 pesos en la jornada de ayer y llegó a 2.857 pesos, el nivel más alto que ha tenido la divisa en 12 años. De paso, el valor de la moneda incrementó la devaluación del peso, situación que empieza a preocupar a varios sectores que dependen de la tasa de cambio.

Para los analistas del mercado, no hay duda que el dólar va a superar con facilidad los 2.900 pesos el próximo lunes y de paso busque la meta de los 3.000 pesos, cifra que nunca ha alcanzado desde que se mide la tasa de cambio.

El gerente de investigaciones económicas de Alianza Valores, Felipe Campos, dijo que si el precio del petróleo cae por debajo de los 42 dólares, es posible que la divisa estadounidense supere la proyección hacia los 3.000 pesos.

Lo que sí pronostican los investigadores y el Gobierno, es que ante la nueva realidad los colombianos deberán acostumbrarse a un dólar caro, pues el peso colombiano es actualmente la moneda más devaluada del mundo.

Por su parte, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, afirmó que la actual tasa de cambio beneficia el consumo de productos colombianos. Señaló que la fuerte recuperación del dólar en el mercado colombiano, es producto del desplome en las cotizaciones del petróleo en los mercados internacionales.

Cárdenas dijo a los medios que la tasa de cambio está determinada por el mercado y es una buena alternativa para el país. “Un dólar alto ayuda a amortiguar un poco la caída del precio del petróleo”, comentó.
Sin duda, los hechos externos son los principales factores de la devaluación. El más reciente anuncio del fondo de inversiones JP Morgan dio el golpe de gracia para incrementar el valor del dólar.

Anunció una nueva disminución de la participación de Colombia en uno de sus portafolios de recomendaciones, el índice GBI-EM de la deuda de países emergentes.

A partir del próximo 31 de julio el peso de la Nación en el referente pasará de 6,5% a 6,42%, lo cual indica que los flujos de inversión extranjera podrían disminuir ya que éste es uno de los indicadores más seguidos en el exterior. Esto provocaría que lleguen menos dólares al país, volviendo la divisa más escasa, y en consecuencia su precio podría subir.

A pocas horas de que se conociera el rebalanceo de JP Morgan, el viceministro de Hacienda, Andrés Escobar, dijo que Colombia podría reducir los impuestos sobre las utilidades a los inversionistas extranjeros de deuda pública local este año, e indicó que la medida podría ser llevada al Congreso en los próximos meses.

Los niveles actuales del dólar y el euro en Colombia no se registraban desde 2003 y 2009, respectivamente, y aunque en el último año se ha vuelto recurrente que el mercado cambiario sea una de las principales fuentes de volatilidad, estos indicadores podrían seguir sorprendiendo.

Camilo Pérez, gerente de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, considera que “el precio actual del dólar en Colombia está desalineado con el nivel por el que debería estar. Sin embargo, es claro que la incertidumbre y la volatilidad que hay en este momento en los mercados podrían seguir impulsando la divisa”.

Aunque ya se van a completar siete meses de una devaluación de 30%, todavía no se aprecian los beneficios en el comercio exterior de los que habla el Gobierno.

Entre enero y mayo la disminución de las exportaciones fue 3,1 veces mayor que la de las importaciones, por lo que el déficit de cuenta corriente todavía no mejora. Una problemática que ha llevado al Banco de la República a advertir en varias ocasiones que el saldo negativo en este indicador es “una de las fuentes de mayor vulnerabilidad para la economía colombiana”.

El aumento en el precio del dólar todavía no está afectando la inflación ni el valor de los alimentos que consumen los colombianos, según el Gobierno. /ENS