Al lograr un ascenso hasta los 1.932 pesos el pasado fin de semana, la tasa de cambio logró enviar un mensaje al mercado de que la meta a corto plazo será escalar hasta el peldaño de los 1.950 pesos.

A pesar de que ayer hubo cierta estabilidad en la cotización, la percepción es de incertidumbre, sin embargo no deja de ser importante que durante la semana pasada el dólar presentara una depreciación del 1,01 por ciento en promedio.

De acuerdo con el jefe de investigaciones económicas de Credicorp Capital, Daniel Velandia, “en general, la percepción que comenzó a generarse tras la reunión de política de la FED de la semana pasada sobre la posibilidad de que el tapering (retiro de estímulos financieros) comience en diciembre de este año y no marzo del 2014, como actualmente espera el consenso de los analistas, fue reforzada esta semana tras la publicación de datos mejores a los esperados en el PIB del tercer trimestre y la generación de empleo en octubre, implicando un importante debilitamiento del peso, que se ubicó en su mayor nivel desde inicios de septiembre”.

En una presentación en el foro “Liquidez Internacional e implicaciones del ajuste local”, organizado por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se refirió al nivel alcanzado por el peso en los últimos días, argumentando estar satisfecho con éste, en especial cuando se ha logrado en medio de menores compras por parte del Banco de la República.

En particular, las intervenciones del Emisor en el mercado cambiario son costosas desde el lado fiscal, por lo que el nivel actual del tipo de cambio no sólo resulta favorable para los sectores transables de la economía, sino también para las cuentas del gobierno en cuanto se requiere una menor intervención.

En este sentido, cabe recordar que para este año se esperan pérdidas del Banco Central por más de 1 billón de pesos, las cuales deben ser cubiertas por el gobierno nacional.

Indica Velandia que “así, el escenario actual, en el que la tasa de cambio se mantiene por arriba de 1.900 pesos debido a la coyuntura internacional, mientras el Emisor compra tan solo 10 millones de dólares diarios (por debajo de los 16 millones de dólares diarios que habría podido comprar si hubiera decidido utilizar el cupo global de 1.000 millones de dólares en los últimos tres meses del año en montos diarios iguales), resulta ideal para el gobierno”.

Más allá de los posibles ajustes al programa de estímulos de la FED en los próximos meses y, considerando que la continuidad de compras por parte del Banco Central en 2014 luce cada vez menos probable, es de esperar que la estrategia del Ministerio de Hacienda el próximo año sea la de retomar su intención de inducir una mayor inversión en títulos denominados en moneda extranjera por parte de los fondos de pensiones, luego de que se ‘archivara’ el decreto para modificar el cálculo de la rentabilidad mínima a mediados de este año.

Sostiene el analista que “por esta razón, se esperaría que en 2014 el Emisor sea menos activo en el mercado cambiario y, que por tanto, el programa de compras aprobado para el cuarto trimestre del año sea el último del actual ciclo, al menos mientras el tipo de cambio se mantenga en niveles superiores a 1.850 pesos”.

Señala que debe recordarse que está abierta la posibilidad de que el Banco no utilice todo el cupo de intervención del trimestre (hasta 1.000 millones de dólares) en tanto esta opción reduce los costos para el Emisor y por tanto, para el gobierno.

“En el corto plazo esperaríamos que la tasa de cambio encuentre un soporte en el nivel de 1.910 pesos, si bien no descartamos la observación de tasas menores a ésta en la medida en la que los flujos de inversión mantengan su fortaleza. Ahora bien, si la tendencia de fortalecimiento del dólar se mantiene en la última parte del año, se incrementa la probabilidad de que el peso finalice el año en un nivel consistente con el deseado por las autoridades”, asegura Velandia.