Al cerrar ayer el dólar en 1.885,95 pesos, el rumbo de la tasa de cambio se desprende cada vez más del precio objetivo que tenía el Gobierno de mantener la cotización en los 1.900 pesos durante un buen trecho del año.
La divisa ha regresado a niveles de mayo de este año cuando el 5 de ese mes registró 1.874 pesos. Incluso algunos analistas ya empiezan a mantener sus proyecciones para el final del año. Serfinco, por ejemplo dice que “frente a la tasa de cambio, mantenemos nuestra proyección de $1.890 pesos por dólar hacia el cierre del año”.
Al mismo tiempo sostiene una reducción en el monto de intervención promedio diario del Emisor en el mercado cambiario de US$25 millones a US$15 millones, no ha dado señales de dinamismo en el mercado.
Explican que “a nuestro juicio, la tasa de cambio actual refleja en una mejor medida los fundamentales de la economía colombiana y sus expectativas, por lo que el comportamiento reciente del dólar en nuestro país está acorde con nuestra previsión realizada a lo largo del último año según la cual "niveles superiores a $1.900 no son sostenibles en el tiempo desde el punto de vista macroeconómico tanto local como externo".
Señalan que de esta manera, parece haberse cumplido por tercer año consecutivo que el dólar se incrementa de manera "artificial" y de manera temporal en diciembre, por cuenta de medidas de intervención o necesidades puntuales del sector real en medio de una muy baja liquidez del mercado, para retomar la búsqueda de su nivel de equilibrio de mediano y largo plazo.
Al mismo tiempo, la firma Credicorp sostiene que “no esperaríamos una depreciación significativa adicional del peso en los próximos doce meses bien posicionado en términos relativos y que su comportamiento reciente ya ha incorporado en buena parte el nuevo escenario global esperado.
Indican que “en general, compartimos plenamente lo expresado por el Emisor en sus minutas: “Si el menor estímulo monetario se da en un contexto de recuperación gradual en los Estados Unidos, como lo ha anunciado la FED, los efectos sobre las economías emergentes, y en especial sobre América Latina, podrían ser de bajo impacto. Un mayor dinamismo de la economía estadounidense implicaría una mayor demanda externa al igual que unos precios internacionales favorables. De materializarse este escenario, los fundamentales de las economías de la región no deberían modificarse sustancialmente, los términos de intercambio continuarían en niveles relativamente altos y los flujos de inversión extranjera directa se mantendrían”.
En todo caso, no cabe duda de que la volatilidad será amplia ante la incertidumbre del impacto de una eventual reducción de la liquidez mundial sobre el crecimiento de las economías emergentes, por lo que se esperaría un rango amplio de negociación para el 2014.
“En particular, consideramos altamente probable que se haya producido un cambio de nivel en la negociación del dólar ante el nuevo escenario externo, de tal manera que pase de un promedio de 1.830 pesos en los últimos tres años, a uno alrededor de 1.880-1.900 pesos durante 2014.
De otra parte, y según la última encuesta de Fedesarrollo, EOF, entre el 65% de los administradores encuestados esperan una depreciación del peso durante este semestre.
Durante la recolección de los datos de la EOF de agosto, la Tasa Representativa del Mercado, TRM, publicada por el Banco de la República se ubicó en una sola ocasión por encima de 1.900 pesos. Los resultados más recientes de la EOF revelan que la porción de administradores que estima una depreciación del peso colombiano en los próximos seis meses pasó de 50% a 65%, mientras que 17,5% de los consultados espera una apreciación y el mismo porcentaje considera que se mantendrá igual.
Así, el balance sobre expectativas de depreciación se ubicó en niveles altamente favorables para los productores de bienes transables y en la medición de agosto, se ubicó en 47,5%, el segundo registro más alto a lo largo de la historia de la EOF.
De todos modos, la meta del Gobierno de sostener la TRM por encima de los 1.900 pesos, no se está dando ahora y por el contrario puede que no se presente en lo que resta del año.