Las cifras entregadas esta semana por la Supersociedades sobre los resultados de las 1.000 empresas más grandes, dejan en claro que la economía marcha a distinto ritmo. Hay factores como la devaluación que afecta el desempeño, pero no se midió Pymes ni las públicas.
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Los resultados entregados por la Superintendencia de Sociedades sobre las 1.000 empresas más grandes del país dejaron claro dos realidades. Una, que las empresas analizadas no forman parte de un componente económico en el cual están las pequeñas unidades productivas y el Gobierno, sectores que no fueron tenidos en cuenta en el estudio y, que por ello los resultados no coinciden plenamente con el Producto Interno Bruto del cierre de 2016 que fue de 2%.
Además, se presentaron otros factores de importancia para que las 1.000 empresas más grandes del país lograran este resultado, como la devaluación que en el año pasado fue del orden de 11,8% frente a la registrada en 2015.
Este factor es de importancia, pues muchos de los resultados vieron afectados ese diferencial cambiario con el dólar que osciló entre $2.746 en 2015 a $3.053 en 2016.
Este tema impactó por ejemplo al sector de hidrocarburos, que pese a una mejor producción obtuve mejores resultados en sus ventas, por los ventajosos precios encontrados en los mercados externos.
Además ante la situación que vivió durante 2016 en materia económica, las empresas del sector minero-energético decidieron realizar un recorte en los costos y gastos en operaciones.
También, para los resultados de las empresas durante 2016 hay que tener en cuenta hechos como el paro camionero que durante 40 días afectó el comercio y el abastecimiento en el país, el fenómeno de El Niño y la reducción en el consumo de los hogares, hechos que perjudicaron la buena marcha del aparato productivo.
Utilidades
Ahora bien, el crecimiento de las utilidades de las 1.000 empresas más grandes del país se da también por el crecimiento sostenido que durante 2016 tuvo Ecopetrol, que pasó de registrar pérdidas en 2015 a obtener ganancias en el ejercicio anterior.
En el análisis de las cifras hay que tener en cuenta que si se excluye de la muestra al sector de minería e hidrocarburos, se evidencia una mejoría en el comportamiento de los ingresos operacionales del 7,80% y un incremento de 13,01% de las utilidades.
Los indicadores generales de las empresas no extractivas se mantuvieron estables, con una rentabilidad patrimonial del 9,51% para el año 2016.
Es más, dentro de las 20 empresas con mejor desempeño en ingresos se tiene que hay 9 del sector minero-energético. De estas, cuatro registraron bajas en sus resultados, y cinco más presentaron crecimiento.
Bajaron Chevron, Osensa, Exxonmobil y Terpel, y aumentaron sus ingresos Ecopetrol, Reficar, Cenit, Drummond y Cerrejón.
Por sectores se tiene que la manufactura, el comercio, la minería y los servicios, son las áreas empresariales que mejores resultados registraron en materia de ingresos.
En materia de activos, el informe oficial dice que las principales compañías se expandieron 0,66 por ciento, al pasar de $883.3 billones en el 2015 a $889.1 millones en 2016, lo que muestra que este indicador sí está por debajo del crecimiento de la economía durante el año pasado.
“Por sectores manufactura, comercio, minería y servicios son las áreas empresariales que mejores resultados registraron en materia de ingresos”.
Otra economía
Para Carlos Ramírez, operador de mercado de una mesa de dinero, lo que sucedió a nivel empresarial durante 2016 no es más que una muestra de ese otro país que se ve reflejado en los resultados empresariales.
Al no tenerse en cuenta la pequeña empresa ni el Gobierno, obviamente las grandes son las que manejan el mercado y sus efectos generalmente son buenos, pues tienen una mayor capacidad de adaptarse ante los cambios de la economía.
El analista dijo que en el estudio se ve reflejada la recuperación que registra el sector de hidrocarburos, minería y construcción.
Uno de los datos que llama la atención es el crecimiento que se da por regiones en materia del ingreso operacional de las empresas. Este indicador lo lidera el Eje Cafetero, con 18,44%, muy superior al de Antioquia, que es segundo y a los de la costa Caribe y Bogotá que son de apenas un dígito.
En materia de pérdidas y ganancias, el estudio de la Supersociedades muestra que hay una recuperación en todas las regiones del país. En este apartado de la medición se destaca el de otras regiones, seguido por Bogotá y Centro Oriente.
Con relación a la utilidad neta, las cifras muestran un crecimiento entre 2015 y 2016 para todas las cinco regiones analizadas.
En el año 2016 la región Bogotá-Cundinamarca concentró el 64,60% de los ingresos, seguido de la región Otras y Antioquía. En cuanto a la participación de la utilidad neta la región Bogotá-Cundinamarca ocupó el primer lugar con 66,59%, seguido de Antioquía con 24,06%, corroboró el estudio.
El director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingeniería, Eduardo sarmiento Palacio, dijo que los resultados no son buenos, pues se nota un crecimiento lento en el aparato productivo.
Las otras mil
El informe de la Superintendencia de Sociedades, contempla también el análisis de las llamadas empresas del Grupo 2, que son empresas que hace poco adoptaron el sistema de Normas Internacionales de Información Financiera, NIFF, para presentar los resultados del ejercicio.
Para la entidad de vigilancia, los sectores que registraron un mayor crecimiento en ingresos operacionales entre 2015 y 2016 fueron el agropecuario y el de minería e hidrocarburos.
El sector que más creció en ganancias fue el de manufactura con 419,13%, seguido por el sector agropecuario con un aumento del 226,88%
En 2016, la región Eje Cafetero presentó el mayor crecimiento frente al año anterior con un 16,48% en ingresos operacionales.
En relación con la utilidad neta, las cifras muestran un mayor crecimiento igualmente en el Eje Cafetero durante el 2016.
Lo que está claro, a juicio de los analistas consultados es que las empresas viven una realidad diferente a la de la mayoría de los colombianos. En la medición no se incluye el Estado ni las Pymes, que en caso de estar dentro de los análisis los resultados serían muy diferentes, pues la pequeña y mediana empresa no tuvo, según los datos de Acopi un buen año, pues fue afectado entre otras cosas por la reducción en el consumo y el alto costo de los créditos bancarios.
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