Dólar caro, ¿bueno o malo para la economía? | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Febrero de 2014

Con un incremento de casi 120 pesos en lo que va corrido del año, el dólar se ha encarecido notablemente, pero lo que puede ser satisfacción para unos sectores de la economía para otros se está convirtiendo en un dolor de cabeza.

 

Por primera vez desde el 23 de diciembre del 2009, cuando alcanzó una cotización de 2.054,13 pesos, la divisa ya está cerca de los 2.050 pesos. Precisamente durante ese año, el precio llegó a un nivel récord de 2.596,37 pesos, el 25 de febrero.

 

En general, los mercados han registrado positivamente al incremento de la tasa de cambio que ha permitido un mejor ingreso para los exportadores nacionales, sobre todo para los caficultores que están aprovechando el aumento en los precios internacionales.

 

Sin embargo, para los importadores de materias primas, ahora deben pagar más por sus compras en el exterior con lo que se están incrementando sus costos de producción.

 

Ayer, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que no debe existir preocupación por la subida del dólar, que se ubica por encima de los 2 mil pesos.
“Este es un nivel que es saludable y positivo, ayuda a los exportadores, a los empresarios del sector agro, a los campesinos y a la industria. El dólar podría subir un poco más, no hay una meta pero sí podemos decir que un nivel un poco más alto sería saludable también”, expresó el ministro.

 

Buena noticia

 

Asimismo, el ministro de Comercio e Industria, Santiago Rojas, sostuvo que el repunte del dólar y el efecto que tendrá en la economía nacional es positivo, además de la receptividad en los mercados externos y en inversionistas extranjeros.

 

Rojas señaló que “es una buena noticia para el país teniendo en cuenta los efectos en sectores como cafeteros, floricultores, e industriales del sector metalmecánico de un considerable número de exportaciones a países de América del Sur, de Europa y Asia”.

 

Sostuvo que “a esa buena noticia se sumarán además las tasas de inflación y la reducción a un solo dígito de las tasas de desempleo, lo que permitirá además el aumento de la inversión extranjera”.

 

Dijo que con el mejoramiento de la cotización del dólar aumentan los ingresos de numerosas empresas afectadas por la crisis con Venezuela y de Europa. 

 

Por su parte, el analista Gerardo Rojas, dijo que “sin duda alguna, el sentimiento sobre el dólar ha sido negativo en el arranque del año, logrando consolidar la ruptura de los 1.950 y ahora dirigiéndose hacia los 2.050 pesos. En general, consideramos que durante la primera parte del año el dólar podría negociarse cerca de los niveles actuales manteniendo presiones de depreciación a la espera de la trayectoria futura de la política monetaria en Estados Unidos”.

 

Segunda etapa

 

Indica el experto que sin embargo, “en una segunda etapa (probablemente hacia finales de primer semestre o empezando el segundo semestre de este año), esperamos que el dólar converja gradualmente hacia los 1.900 pesos en cuanto consideramos que los inversionistas serán ampliamente selectivos bajo el escenario actual, lo que debería beneficiar a Colombia dada su buena posición relativa en la región”.

 

De acuerdo con lo anterior, cabe destacar que Colombia cuenta con una alta exposición comercial a Estados Unidos y Europa, con un déficit de cuenta corriente manejable y financiado completamente con Inversión extranjera, al mismo tiempo que se mantienen expectativas de precios relativamente altos del petróleo a lo largo de 2014, flujos esperados de inversión a sectores diferentes al petrolero como el de infraestructura y la promoción de mayores flujos extranjeros al mercado de deuda pública por parte de las autoridades.

 

De otra parte, el director de estudios económicos de Serfinco, Daniel Lozano, al analizar las más recientes fluctuaciones de la divisa, considera que “lo que está haciendo la tasa de cambio es incorporar una dinámica internacional en la que el mundo está asumiendo un cambio: la FED tarde o temprano terminará con su estímulo a la economía”.

 

Política monetaria

 

A pesar del aumento de la divisa por  estos días, Lozano calcula que el promedio del dólar para la totalidad de 2014 estará por debajo de 2.000 pesos.

 

Adicional a las decisiones de política monetaria que se tomen en Estados Unidos, agrega Lozano, el mercado deberá estar pendiente de factores como “la evolución de los precios del petróleo. Esta tasa de cambio puede ser más competitiva para la industria”.

 

A su turno, el jefe de investigaciones de  Credicorp Capital, Daniel Velandia, sostiene que “la apreciación obedece enteramente a los anuncios de la FED. Mientras el mercado decanta un escenario de menor liquidez y lo incorpora a sus expectativas, es natural ver tasas de cambio en niveles altos. Su posterior apreciación dependerá, únicamente del contexto externo”.

 

Velandia agrega que bajo este panorama, el analista no ve sostenible un dólar por encima de 2.000 pesos en el mediano plazo. “Este nivel no es acorde con los flujos reales de capitales externos dirigidos a inversión y portafolios. Un escenario más creíble es el de flujos de negociación de la divisa alrededor de los 1.940 pesos”.

 

Economías

 

Otra razón para tener en cuenta frente al movimiento del dólar este año, según el exministro de Hacienda y Crédito Público, Juan Carlos Echeverry, es “la fragilidad relativa de las grandes economías emergentes con débiles fundamentales como Brasil, India, Indonesia, Turquía y Sur África. Eso mantendrá a los inversionistas nerviosos sobre el grupo de mercados emergentes, en el cual está Colombia”.

 

Asimismo, los principales riesgos que la economía enfrenta son externos. Se destacan entre ellos, en primer lugar, una intensificación del desacuerdo sobre la política fiscal en los Estados Unidos, que no logre elevar oportunamente el techo de la deuda pública, que paralice la administración federal o que conduzca a un ajuste fiscal más fuerte.

 

En segundo lugar, puede agravarse de nuevo la crisis fiscal o financiera en Europa, por la fragilidad de los bancos, la lentitud de la reforma financiera para lograr la unión bancaria o los desacuerdos políticos sobre las estrategias económicas y las reformas pendientes. En tercer lugar, queda la eventualidad de una crisis financiera y una abrupta desaceleración del crecimiento en China.

 

Cualquiera de estos eventos tiene la capacidad de generar turbulencias en los mercados financieros internacionales, con consecuencias adversas sobre el crecimiento global y el comercio mundial. La demanda interna

 

La devaluación de la tasa de cambio, motivada por el encarecimiento de la financiación externa, tiene el efecto favorable de reorientar la demanda interna hacia los sectores transables domésticos.

 

Esta mayor demanda constituye un incentivo para la inversión en estas ramas que, en concepto de la CEPAL (2013), las autoridades pueden potenciar mediante políticas sectoriales que favorezcan su desarrollo. Con base en ellas las economías deben buscar una transformación estructural, que las conduzca a la generación de bienes y servicios con alto valor agregado, mediante los cuales se integren a las cadenas internacionales de producción.

 

Aunque menos inminentes que en años anteriores, persisten riesgos que tienen la capacidad de desencadenar nuevas turbulencias internacionales, con efectos adversos sobre el crecimiento mundial. El primero es un retiro muy acelerado del estímulo monetario en los Estados Unidos, que encarezca de manera excesiva la financiación e incremente la rentabilidad de los activos externos, desvalorice los domésticos y ocasione fugas de capital desde la EE&D hacia las EA. El segundo es otra radicalización del desacuerdo sobre la política fiscal en los Estados Unidos, que derive en un recorte prematuro del estímulo público, con consecuencias negativas sobre el crecimiento. El tercero es un nuevo episodio de crisis fiscal y financiera en las economías europeas, que enturbie otra vez el entorno financiero internacional. Estos eventos pueden constituir choques externos para los países de la región y otros emergentes, con efectos indeseables sobre su actividad económica.

 

Positivo

 

-Los exportadores recibirán más por sus productos

-Los caficultores tendrán más recursos

-El país tendrá más recursos provenientes de las ventas de Ecopetrol

-Se reactivará la industria

-Mayor generación de empleo

-Mayor crecimiento de EU y Europa permitirá colocar más productos nacionales

 

Negativo

 

-Se encarecen las importaciones

-Empresas deberán pagar más por materias primas

-Se eleva el costo de la deuda en dólares

-Se incrementará el valor de los vehículos

-Subirá el valor de las autopartes

-Se encarece la inversión nacional en el extranjero

 

La tendencia

 

Un análisis de la Asobancaria señala que la acumulación de reservas internacionales (0,6% del PIB), se reducirá a la mitad de la del año pasado (1,3% del PIB). La menor oferta de divisas, combinada con una mayor demanda proveniente del repunte de las importaciones, permitirá que la tasa de cambio fluctúe entre 1.900 pesos y 2.000 pesos durante este año.

 

Es previsible que habrá episodios de alta volatilidad cambiaria, motivados por le evolución de la economía de EU y las implicaciones que tendrá sobre las decisiones de la política monetaria. No se descarta tampoco que el forcejeo en el Congreso de ese país, en torno de las decisiones de política fiscal, tenga un efecto parecido. Por fortuna, Colombia dispone de una holgada liquidez externa, en la forma de un abundante saldo de las reservas internacionales, complementado por el acceso a la línea de crédito flexible del FMI, por cerca de 6.000 millones de dólares. Con el monto actual de esas reservas el país puede enfrentar un episodio de reversión de flujos financieros externos de una magnitud correspondiente al 5% más intenso sufrido en los últimos 20 años. Además, su solvencia pública y externa han mejorado y las deudas correspondientes permanecen en sendas decrecientes.

 

Sus fundamentales macroeconómicos, reconocidos mediante el otorgamiento del grado de inversión y una mejora posterior de la calificación de la deuda soberana, le brindan un acceso amplio y barato a los mercados financieros internacionales. Además, el régimen de tasa de cambio flexible permite reacomodamientos de la demanda interna, para ajustar el desbalance externo a la financiación disponible, amortiguando las variaciones de las tasas domésticas de interés.

 

Comportamiento del dólar

(En $)

 

25-02-2009          2.596

23/12-2009          2.054

04/12-2013          2.040

 

Fuente: ENS