EL INCREMENTO en la cotización del dólar va a afectar el valor de algunos insumos y de materiales de la construcción que actualmente importa el país.

Así lo señaló un informe de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol. Según el gremio, actualmente el sector de la construcción importa cerca de 2.000 millones de  dólares anualmente en bienes de capital.

“Eso sin  duda podrá  afectar los costos de los proyectos, pero  lo que se puede  hacer es tomar acciones de tipo local que permitan amortiguar el impacto: gestión de suelo eficiente, reglamentos técnicos, etc.”, señala la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez.

En su informe señala que la  actual coyuntura económica, marcada por la caída del precio del petróleo y la devaluación del peso, obliga a examinar  los  posibles  efectos  en la  dinámica de la construcción. La tasa  de cambio y su evolución reciente generan para la cadena de valor un nuevo escenario con potencialidades y riesgos.

De acuerdo con el análisis de Camacol, la depreciación del peso trae una oportunidad para que las empresas con vocación exportadora ganen mercado en el exterior y potencialicen las ventajas competitivas en las ramas industriales.

“Las  potencialidades se pueden resumir con la capacidad de algunas ramas  industriales de  mejorar su competitividad en el contexto  externo”, dice la presidenta de Camacol.

Sin embargo, no hay que desconocer que desde  el punto de  vista  de los  riesgos puede presentarse un efecto al alza  sobre el costo de  algunos  insumos  básicos.

De acuerdo con el informe, la  magnitud y momento de este  efecto dependerá  de  elementos  como  la dependencia de  las importaciones, la capacidad  instalada  de la industria local para atender la demanda interna y la facilidad de sustitución de algunos insumos importados frente a fabricación.

Sin embargo, el gremio también indica que el mercado de vivienda nueva registró un total de 91.453 unidades en oferta disponibles, donde 30.760 pertenecen al segmento VIS y 60.693 unidades al No VIS, lo que refleja la evolución que ha tenido la oferta de vivienda social en el país poniendo a disposición de los hogares de ingreso bajo una mayor cantidad de stock residencial.

Las cifras de Coordenada Urbana destacan la importante participación que tuvo la oferta de Vivienda de Interés Prioritario al segundo mes del año 2015, la cual comparada con los datos presentados en febrero de 2014, se ha incrementado en 12,2 puntos porcentuales.

A nivel regional, la contribución al crecimiento de la oferta para VIS estuvo liderada por las regionales del Caribe, Boyacá y Cúcuta, las cuales presentaron variaciones positivas del orden de 222,3%, 183,7% y 189,5%, respectivamente.

En opinión de Forero Ramírez, “la mayor oferta en el segmento de vivienda social es evidencia del impacto de los programas del Gobierno Nacional, para incentivar la demanda en la población de menor poder adquisitivo”.

En el segmento No VIS, el impulso fue dado por Cundinamarca con crecimientos del 30,1%, Caribe con el 17,3% y Santander con 9,5%, según los datos de Coordenada Urbana. Para las tres regiones la contribución al crecimiento en este segmento se sustentó en una dinámica positiva generalizada donde el rango de 151 millones a 215 millones de pesos por unidad habitacional fue el que estimuló este comportamiento.

El estado de la oferta evidencia que  el 66,2% de la vivienda VIS se encuentra en preventa, mientras que esta proporción es del 59,1% en la No VIS. Lo anterior señala la importancia del modelo de preventa en el desempeño del sector, toda vez que eso permite no solo controlar el  stock de inventarios terminados sino garantizar empresas  firmes, proyectos sólidos  y un canal de crédito constructor mucho más activo y con menor riesgo.