DURANTE CUATRO semanas la compañía El Teatro del Embuste se toma La Casa del Teatro Nacional con dos de sus más aclamadas producciones. Inician con La Secreta Obscenidad, una comedia política que relata un juego entre dos hombres, víctimas y victimarios a la vez, basada en recursos de comedia física, gags, ironías verbales y magistrales golpes de teatro que buscan poner de manifiesto la esquizofrenia de una sociedad enferma por la violencia. Dos semanas después el teatro continúa Rebú, una tragicomedia surrealista en la que cuatro actores le dan vida a una adaptación del texto que consagró a Jô Bilac como una de las figuras más destacadas de la dramaturgia contemporánea brasilera.
Ambas obras son dirigidas por Matías Maldonado, reconocido actor, autor, director y maestro de artes escénicas. Los espectadores se sentirán parte de los montajes y vivirán una exploración delirante sobre distintos temas como la culpa, la política y las mentiras, mientras a la vez se divierten y se sorprenden con cada episodio de estas inquietantes historias. ¡Imperdibles!
La secreta obscenidad expresa la degradación a la que han llegado unas ideas revolucionarias que, a fuerza de su excesiva caricaturización, se han convertido en estandartes para justificar lo injustificable. Es un retrato desgarrado y explosivo de la esquizofrenia de una sociedad. Además es la obra del chileno Marco Antonio de la Parra que ha conquistado uno de los puntos más altos de la dramaturgia latinoamericana y está adaptada a la realidad colombiana.
La historia es protagonizada por dos exhibicionistas que se encuentran cara a cara frente a un colegio de señoritas. ¿Quiénes son? ¿Tan sólo unos depravados? ¿O tal vez unos detectives del régimen? ¿O unos guerrilleros y paras desmovilizados? ¿O unos terroristas? Ellos afirman ser Carlos Marx y Sigmund Freud. Quizás lo sean, quizás no. A lo mejor son solo una caricatura de nosotros mismos.
Por otra parte, desde el 27 de julio continúa Rebú, una tragicomedia surrealista sobre la mítica figura del chivo expiatorio que es interpretada por cuatro actores, encargados de darle vida a una historia que sucede en el invierno de 1894 en un gélido fiordo al oeste de Noruega.
Todo gira alrededor de Torvaldo y Bianca, quienes están recién casados y viven lejos del mundo. Ellos están preparándose para recibir la visita de Vladín, la hermana de Torvaldo, quien viene supuestamente a pasar sus últimos días allí. Trae consigo a Nataniel, su bien más preciado, un enigmático personaje al que trata como si fuera su propio hijo. Su llegada hará florecer los secretos más terribles e inconfesables de cada uno de ellos.