“Manifiesto mi permanente voluntad y disposición para seguir declarando ante las autoridades competentes, las veces que sea requerido”, expresó el exmandatario.
Que el expresidente Belisario Betancur no comparecerá ante la Corte Penal Internacional (CPI) es lo que queda claro después de escuchar las diferentes reacciones por la petición del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá para que el Fiscal de la mencionada magistratura multilateral “considere presentar el caso ante dicho organismo e impida la consolidación de la impunidad que brinda el fuero” que protege al exmandatario.
Incluyendo, por supuesto, el editorial de esta edición de EL NUEVO SIGLO.
Son por lo menos tres las razones para que no proceda la intervención de la CPI:
-La competencia de la CPI no es retroactiva a la fecha de la toma y la retoma del Palacio de Justicia.
-La CPI no interviene mientras está actuando la justicia local, como efectivamente está ocurriendo, aunque sea bajo las críticas de tirios y troyanos.
-Salvo en el caso anterior, cuando resulta evidente que la justicia local no está actuando, la intervención de la CPI debe resultar de una decisión de Estado.
Betancur gobernó a nombre de una amplia coalición liderada por el Partido Conservador entre 1982 y 1986. La toma del Palacio de Justicia por parte del desaparecido Movimiento 19 de Abril (M-19) se inició el 6 de noviembre de 1985, tras la cual ocurrió la retoma militar en la que murieron unas cien personas, entre magistrados, civiles y guerrilleros, mientras que 11 personas más fueron desaparecidas; por estas desapariciones se juzgó al coronel Alfonso Plazas, fallo de segunda instancia, dentro del cual el Tribunal incluyó la mencionada petición.
Para la analista Claudia López, la “decisión de condenar al coronel Plazas es acertada y conforme a las pruebas, pero el llamado a la CPI para Belisario es infundado y equivocado”, y se preguntó si se trató de un caso de “populismo o ignorancia judicial”.
Debe haber una decisión de Estado y no solo de un tribunal para que la CPI pueda investigar al expresidente Betancur, consideró el magistrado Jaime Arrubla, quien precisó que “la única forma de que la CPI asuma es porque cedamos la soberanía y eso tiene que ser una decisión de Estado y no puede ser la decisión de un tribunal aisladamente. Esa decisión podría ser un detonante, una iniciativa, pero tiene que ser una decisión donde el Estado colombiano se comprometa”.
La Comisión de Acusación de la Cámara le adelanta dos procesos a Betancur por los hechos del Palacio de Justicia, los cuales están en trámite de acumularse, según declaró el presidente de esa célula, el representante antioqueño Germán Blanco, del Partido Conservador.