Una ligera división en el seno de la Junta Directiva del Banco de la República salió a flote en la última reunión del pasado 25 de octubre, cuando decidieron dejar estables las tasas de interés.
De acuerdo con las minutas, sin duda alguna lo más relevante del documento son las posturas de los dos grupos de codirectores en torno a la magnitud de la brecha del producto.
De acuerdo con la firma Credicorp Capital, “lo plasmado en las minutas no deja completamente claro si un primer grupo estaría considerando ya el momento de un cambio en la postura (de los intereses) y el segundo que el actual nivel de tasas se mantenga por un tiempo mucho más prolongado o, en su defecto, que el primero haya optado por mantener la tasa inalterada y el segundo haya considerado una nueva reducción”.
Indican los analistas que “en principio y, ratificando que el lenguaje no es claro para nosotros, optaríamos por la primera de estas interpretaciones teniendo en cuenta que la decisión fue unánime (no hubo divergencia en la votación por parte de ninguno de los codirectores) y que la mención, por parte del primer grupo, de que el nivel actual de la tasa repo ‘está por debajo de cualquier estimación razonable del nivel natural’, pareciera reflejar algún grado de ‘incomodidad’ por mantener una tasa históricamente baja en medio de un crecimiento esperado del Producto Interno Bruto, PIB, cercano a su potencial en el segundo semestre del año”.
Precisan los expertos que cabe señalar que, aún después de conocerse la significativa reducción de la inflación en octubre (1.84 por ciento anual), el propio Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, señaló en un evento público que “bajo un esquema de inflación objetivo las tasas de interés no deberían mantenerse en niveles bajos por mucho tiempo ante la posibilidad de generación de desequilibrios mientras que señaló que el espacio de acción de la política monetaria era limitado”.
Por su parte, el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, confirmó en el mismo escenario (al igual que las minutas) que se espera un crecimiento del PIB cercano a 4.0 por ciento en 2013 aunque consideró que podrían producirse sorpresas al alza.
Las minutas revelaron el rango esperado para el crecimiento del PIB del tercer trimestre, a saber, entre 3.8 por ciento y 5.2 por ciento anual, con 4.6 por ciento como cifra más probable, lo que implica que el Emisor también estaría esperando un crecimiento del 4.6 por ciento en el último trimestre del año. Así, la economía crecería a un ritmo similar al de su potencial a lo largo de todo el segundo semestre.
“Con todo lo anterior, mantenemos nuestra estimación de una tasa de interés inalterada en 3.25 por ciento durante los próximos meses, reconociendo que la actual postura de política podría continuar por un tiempo mayor al esperado, considerando particularmente la incertidumbre por el contexto externo (un nuevo escenario de volatilidad en los mercados por los datos fundamentales recientemente publicados en EU que estuvieron por arriba de lo esperado) y el mayor espacio generado por el comportamiento de la inflación en octubre”, sostiene Credicorp Capital en su análisis.
A pesar de ello, los investigadores precisan que “no cabe duda de que la materialización de cualquier escenario dependerá de que los indicadores líderes continúen apuntando en la dirección correcta para alcanzar un crecimiento de la economía igual o superior al 4.0 por ciento en 2013”.