Distrito asumiría recaudo en Transmilenio y SITP | El Nuevo Siglo
Martes, 30 de Septiembre de 2014

Debido a la incomodidad que ha representado para los 2.400.000 usuarios de Transmilenio y el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) tener que usar dos tarjetas para usar el servicio, el alcalde Gustavo Petro anunció que el Distrito podría tomar el recaudo para homogeneizar las tarjetas.

“Hemos pasado a la acción unilateral porque la concertación entre Angelcom y Recaudo Bogotá falló después de un acuerdo, ya que uno de los recaudadores no aceptó los términos, lo que dilató aún más la unificación de tarjetas”, explicó el mandatario.

Por supuesto la acción unilateral generó el descontento en las dos empresas que actualmente recaudan el dinero.

“Esta decisión se toma para que los usuarios tengan, de una vez por todas, una sola tarjeta para todo el Sistema Integrado de Transporte Público y Transmilenio”, anunció Petro.

Las declaraciones fueron dadas en la entrega de los primeros 10 buses del lote de 185 que se incorporarán a la flota de Transmilenio, unidades que hacen parte de los diferentes proyectos para mejorar la movilidad de los bogotanos.

“Con estos 185 buses que serán entregados de manera gradual ampliaremos la oferta donde hay más demanda. Esto significa 20.000 sillas adicionales para reforzar la operación en el borde oriental y así retirar las rutas del servicio tradicional de transporte, mejorando la velocidad y por ende el tiempo en los recorridos”, dijo Petro.

Resulta que este es el mes más difícil en demanda de pasajeros según el histórico de las estadísticas. “Hoy tenemos 2.400.000 viajes diarios en el sistema Transmilenio que junto a los 855.000 que se realizan en los buses zonales se convierten en 3,3 millones, como nunca antes en la historia de la ciudad”, aseguró el mandatario.

Para mejorar las condiciones de movilidad, Bogotá Humana ha invertido cerca de 12 billones de pesos en proyectos como los cables aéreos que entran el 1º de octubre a etapa de prepliegos, los tranvías regionales que tienen el respaldo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), la primera línea del Metro que finaliza estudios de ingeniería de detalle el 7 de octubre y la implementación del BRT por la Avenida Boyacá. Todos estos proyectos priorizando el transporte público multimodal.

Petro destacó que las políticas en materia de movilidad que la Administración distrital adelanta están orientadas a chatarrizar más buses, incorporar tecnologías limpias, además de la medida transitoria de Pico y Placa para transporte público, la cual será anunciada en los próximos días y que busca racionalizar la oferta.

“Hoy hemos chatarrizado 3.200 buses. Queremos asumir ese proceso para acelerarlo y así poder cubrir con el Sistema Integrado de Transporte Público la totalidad de la ciudad, desmontando las rutas del sistema de transporte colectivo tradicional”, sostuvo el burgomaestre.

Petro hizo un llamado a los usuarios de Transmilenio a tener más cultura ciudadana a la hora de usar los servicios, así como cuidar y tener un mayor sentido de pertenencia por estaciones, buses, puentes, puertas, pisos y ascensores del sistema, elementos que entrarán en recuperación a partir del 1º de octubre.

En la ceremonia de entrega de la nueva flota en la estación Museo Nacional estuvieron presentes junto al alcalde, la secretaria de Movilidad, Constanza García, el gerente de Transmilenio, Sergio París, y el comandante de Policía de Transmilenio, coronel José Luis Palomino.

 

 

Dudas de Transmilenio por la Boyacá

 

En esta Administración las obras de Transmilenio por la avenida Boyacá no se verán, consideró el concejal Horacio José Serpa, del Partido Liberal.

“Con gran preocupación encuentro que la troncal que iría por la Boyacá está muy enredada y diferente a lo que ha manifestado el IDU. Uno de los principales requisitos que necesita la obra, como lo es la red subterránea de servicios públicos no se ha actualizado por parte de la Empresa de Acueducto de Bogotá”, aseguró Serpa, anotando que es indispensable tener este inventario de redes para que la obra se desarrolle en un término de tiempo (18 meses) igual al planeado.

“Se conoce que en algunos tramos del corredor vial de la avenida Boyacá se encuentra la red matriz de Tibitoc, pero se desconoce la profundidad a la que va. Entonces, ¿cómo se están haciendo los diseños de construcción de la troncal?”, cuestionó el concejal.

“Es decir, ¿se licitará una obra sin conocer la afectación que puede causar la red húmeda? Se firmará un cheque en blanco a un contratista sin conocer diseños y costos definitivos de la misma, lo que podría elevar en forma monumental sus costos”, afirmó.

Si la obra de la calle 94 con carrera 9º, que inicialmente costaba alrededor de 51.000 millones de pesos, triplicó su sobrecosto por desconocimiento de las redes y nuevos diseños, “¿cuánto tendríamos que pagar por la  troncal de la avenida Boyacá, inicialmente valorada en 712.500 millones de pesos? Los bogotanos no podemos seguir pagando sobrecostos de los megaproyectos por no hacer las cosas bien desde el principio”, dijo.