Una de las conclusiones más significativas del Estudio Nacional del Agua (ENA) presentado ayer por el Ideam, es que la distribución del recurso hídrico en Colombia no es equitativa.
Esta investigación técnico-científica permite reconocer el estado y la dinámica del agua en el país, identificando subzonas hidrográficas y cuencas que se deben priorizar para mejorar la gestión sobre el recurso hídrico por sus vulnerabilidades, presiones por uso y afectaciones a la calidad.
Liderado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam)y elaborado en conjunto con 25 entidades ambientales y gubernamentales, asociaciones, federaciones, empresas del sector productivo y universidades de Colombia, destacó como novedad la presentación por primera vez para el país de la Evaluación de la Huella Hídrica a nivel de las 316 subzonas hidrográficas, que representan el 100% del territorio nacional; indicador que permite conocer la cantidad de agua que se utiliza para soportar la producción de bienes y servicios del país.
“Somos un país en sumatoria rico en agua, sí, pero básicamente la región Andina y Caribe son tan solo el 21% del agua superficial. Esa es una condición que nos debe preocupar, en la medida de que la población esté asentada aquí, el sector productivo e industrial están alojados aquí, el sector de energía. Eso nos tiene que señalar el camino de cómo, de una manera ordenada, planificada, juiciosa y responsable podemos empezar a optimizar el recurso en el país en estas dos regiones. Esa es una de las conclusiones en la que quiero ser enfático, reiterativo: la educación de nuestros muchachos debe cambiar, en función de la cantidad de agua y el uso responsable de la misma”, manifestó el director del Ideam, Omar Franco.
“No podemos seguir advirtiéndoles a las nuevas generaciones que somos ricos en agua sin hacerles claridad de que la distribución del recurso nos está impactando de una forma diferente”, añadió.
Preocupantes hallazgos
Otro de los resultados del ENA es que Colombia cuenta con un rendimiento hídrico promedio que equivale a seis veces el promedio mundial y a tres veces el de Latinoamérica; además de reservas de aguas subterráneas que triplican esta oferta y se distribuyen en el 74% del territorio nacional.
Sin embargo, la distribución del agua es desigual para las diferentes áreas hidrográficas. En las áreas hidrográficas Magdalena-Cauca y Caribe, donde se encuentra el 80% de la población nacional y se produce el 80% del PIB Nacional, se estima que está sólo el 21% de la oferta total de agua superficial.
“Es importante señalar que Colombia demanda aproximadamente 35 mil millones de metros cúbicos al año. Esto distribuido en los sectores productivos, por supuesto, hacen que el sector agrícola y agropecuario sean más del 50% de la demanda hídrica del país. Pero no por eso hay que señalarlos, todo lo contrario, toda la producción viene de ese uso hídrico. Lo que queremos con el estudio no es señalar un sector puntual sino decir la importancia de los registros oficiales, la clara visión que sabemos sobre su demanda, pero que también sabemos que existe una posibilidad de crecimiento a futuro que va a demandar más agua. La preocupación que estamos tratando de dar aquí es cómo el sector se planifica, cómo con lo que tenemos se puede producir igual o más para evitar un desabastecimiento, una disminución de nuestros cultivos”, complementó Franco.
Las condiciones más críticas del recurso hídrico, asociadas a presión por uso, contaminación del agua, vulnerabilidad al desabastecimiento, vulnerabilidad frente a variabilidad climática y condiciones de regulación; se concentran en 18 subzonas hidrográficas en las áreas Magdalena-Cauca y Caribe que abarcan 110 municipios con una población estimada de 17.500.000 habitantes.
Presencia de químicos
Por otro lado, la afectación a la calidad del agua, expresada en cargas contaminantes de material biodegradable, no biodegradable, nutrientes, metales pesados y mercurio; se concentra en cerca de 150 municipios que incluyen ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Villavicencio, Manizales y Bucaramanga.
La materia orgánica biodegradable vertida a los sistemas hídricos en 2012 se estima en 756.945 t/año, mientras que la materia orgánica no biodegradable, es decir sustancias químicas, se estima en 918.670 t/año, siendo Bogotá, Cali, Medellín y Cartagena los principales aportantes. Además, el ENA reveló que 205 toneladas de mercurio son vertidas al suelo y al agua de los ríos a nivel nacional.
Es así como el agua subterránea se constituye en una alternativa para mejorar las condiciones de disponibilidad, aún en situaciones climáticas críticas por su alta resiliencia. Sin embargo, es necesario ampliar la frontera de conocimiento hidrogeológico en el país; pues sólo el 20% de estos sistemas se conoce con un nivel adecuado para la gestión, el aprovechamiento y, especialmente, para la toma de decisiones en el ordenamiento ambiental del país.
Finalmente, el Ideam expresó la intención de que este estudio se articule con diferentes esferas de la sociedad para generar el cambio que se espera en cuanto a la utilización del recurso. “Lo que estamos estimando es un proceso de capacitación largo, complejo, difícil, hay que reeducar a la sociedad. Por eso las universidades son tan importantes para nosotros, tenemos que convertirnos en socios estratégicos, en aliados de manera permanente. Yo creo que con educación vamos a empezar a cambiar la perspectiva en el manejo del recurso. El tema de cultura y gobernanza debe ser un propósito de todos, instituciones públicas y privadas, todos debemos hacer un manejo responsable del agua”, puntualizó Omar Franco, director de la institución.