La decisión del Gobierno de imponer un arancel para las importaciones de textileros generó polémica.
El presidente de la Cámara Colombianade la Confección y Afines, Edwin Salazar Salazar, dice que “hay que reconocer el gran esfuerzo del Gobierno Nacional por buscar soluciones para el sector. El desmonte de la sobretasa a la energía, la reducción de los parafiscales contenida en la reforma tributaria y la adopción de la medida de reforma arancelaria, como otras más, constituyen claramente el decidido compromiso del Gobierno en promover la industria nacional, la generación de empleo, la competitividad y la prosperidad del sector".
Afirmó que el gobierno Santos es el único que se ha preocupado por estudiar y entender la situación por la que atraviesa el sector, formulando políticas comerciales serias y novedosas que resuelven estructuralmente esta problemática.
Ahora a los confeccionistas colombianos no nos queda otro camino más, sino el de corresponder esta confianza depositada por el Gobierno Nacional volviendo a recuperar rápidamente nuestro mercado natural que es el nacional y aprovechar los tratados de libre comercio.
Sin embargo, para otros sectores la medida del Gobierno podría afectar las importaciones legales y disparar el contrabando.
Por ejemplo, para el vicepresidente de la Cámara Colombiana de la Confección, Enrique Gómez, la medida gubernamental está bien intencionada pero podría ser "floja".
"No corrige la problemática por la que pasa el sector de la confección para dinamizar la economía y buscar nuevamente el empleo formal", indicó Gómez en declaraciones a la prensa.