Una nueva huelga de hambre para exigir al gobierno de Raúl Castro que cese las "golpizas y torturas" contra los opositores inició el disidente cubano Guillermo Fariñas, Premio Sajarov de derechos humanos 2010, según lo relató hoy a la AFP. 

Fariñas, que desde 1995 ha realizado casi una treintena de protestas similares, afirmó que dejó de consumir alimentos y líquidos desde ayer en coincidencia con el primer aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.

"No le estamos pidiendo al gobierno que no nos arreste -eso nos orgullece-, sino que paren las golpizas, las torturas cuando nos arresten", declaró vía telefónica desde su vivienda en Santa Clara, oeste de la isla.

Fariñas publicó una carta dirigida al presidente Castro en la que asegura que se mantendrá en huelga hasta que el mandatario se comprometa a que los opositores ya no serán "más torturados, golpeados, amenazados de muerte" ni les serán iniciadas "causas espurias" o incautados sus bienes.

"Iré hasta que me concedan lo que estoy pidiendo o hasta morir", señaló a la AFP.

El gobierno cubano, que niega tener prisioneros políticos, no se ha pronunciado sobre las declaraciones de Fariñas.

Según el disidente de 54 años, la oposición enfrenta una "escalada de violencia" desde que el gobierno de Castro reanudó relaciones con Estados Unidos, después de más de medio siglo de enfrentamientos iniciados en el marco de la Guerra Fría.

"Ellos se sienten legitimados por el gobierno de Estados Unidos y por la Unión Europea", bloque con el que La Habana alcanzó un acuerdo en marzo para normalizar relaciones tras años de diferencias sobre asuntos como derechos humanos, agregó Fariñas. 

El activista, que en su carta al presidente cubano reconoce que recibe ayuda "material y financiera" de los exiliados anticastristas, se reunió en marzo con el presidente Barack Obama durante su histórica visita a La Habana.

Al encuentro -en el que Obama resaltó la "valentía" de la oposición cubana- también asistieron otros dirigentes como Berta Soler, de la organización Damas de Blanco, y Elizardo Sánchez.

Hasta junio había en Cuba unos 93 detenidos "por motivos políticos o procesados y condenados" en procedimientos "de motivación política", de acuerdo con la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, una entidad ilegal pero tolerada que encabeza Sánchez.

Sin embargo, esa lista es cuestionada dentro del país por cuanto incluye por igual a activistas pacíficos, excarcelados o a condenados por espionaje o terrorismo. Incluso forman parte de ella cubanos que quisieron salir del país secuestrando aviones o barcos.