El presidente turco Recep Tayyip Erdogan fue recibido en Bruselas por los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker, en un contexto de fuertes tensiones entre la Unión Europea (UE) y Ankara.

El mandatario turco no ha hecho ninguna declaración a su llegada al edificio del Consejo a primera hora de la tarde. La víspera, Erdogan volvió a exhortar a la UE a tomar una decisión sobre el tema de la adhesión de Turquía al bloque.

"La UE espera a que Turquía se retire por sí misma", declaró desde Ankara antes de viajar a Bruselas, donde también participará el jueves a una cumbre de la OTAN tras su entrevista con Juncker y Tusk. 

"La UE y Turquía deben y van a trabajar juntos", escribió por su parte la portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en la red social Twitter, tras el inicio del encuentro tripartito este jueves. 

Las relaciones entre la UE y Turquía, que ya habían empeorado mucho después del golpe de Estado fallido de julio de 2016 y de la consecutiva represión llevada a cabo por el régimen, se deterioraron aún más tras la campaña sobre el referéndum para aumentar los poderes de Erdogan. 

Durante esa campaña, los dirigentes turcos multiplicaron los ataques contra los europeos tras la prohibición de varios mítines pro-Erdogan en Alemania y Holanda. 

El presidente turco llegó incluso a acusar a los países de la UE, entre ellos Alemania, de tener un comportamiento "nazi" y amenazó con anular el acuerdo migratorio pactado en marzo de 2016 con Europa. 

Las autoridades belgas y alemanas ya han avisado que se opondrán a la celebración de mítines turcos en una posible campaña por un referéndum para restablecer la pena capital en Turquía. 

Si Ankara reinstaura la pena de muerte pondrá fin a cualquier perspectiva de adhesión de Turquía a la UE, según ha advertido Bruselas en varias ocasiones.