Como vergonzoso e irrespetuoso no solamente con la duma, sino con todos los quindianos, calificó la diputada Mariluz Ospina, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), presidenta de la Comisión del Plan de la Asamblea del Quindío, el hecho de que el gobernador Carlos Eduardo Osorio pretenda que se le apruebe un plan de desarrollo copiado, ya no una, sino por segunda vez.
Ospina dijo que ante las denuncias conocidas por los medios nacionales el mes pasado y para evitar que se incurriera en errores u omisiones, se dieron a la tarea de revisar en detalle el documento radicado nuevamente el 29 de abril, lo que arrojó un resultado que los dejó estupefactos: habrían infinidad de coincidencias con un documento similar del municipio de Marsella, Risaralda, que es de 6ta categoría y que no tiene relación alguna con el departamento del Quindío.
“Dolorosamente tenemos que decir que el gobierno de Osorio Buriticá se pasó de la raya, porque no contento con un documento radicado en febrero 29 de 2016, que está siendo investigado por la Fiscalía por plagio, pretende, en una nueva oportunidad engañar a los diputados. Es inconcebible y falto de toda ética”, dijo.
La diputada Ospina agregó que en un comienzo se habló de persecución política y "complots" contra el gobernador, pero la realidad es tozuda, porque no se pueden negar los hechos toda vez que las pruebas apuntan a que fueron dilapidados millonarios recursos públicos con mega expertos que lo que hicieron fue volver a copiar y a cometer errores técnicos inconcebibles.
Por eso, dijo Ospina, “tuvimos que devolver el proyecto de ordenanza a la administración, en un hecho histórico y negativo para el departamento”.
Ospina señaló que a los presuntos delitos de plagio, se le deben agregar varios errores que no pueden dejar pasar por alto. Comentó que se encontraron con más de diez inconsistencias de tipo técnico como posible violación del principio de identidad por sustitución; incumplimiento de normas de obligatoria inclusión del ente territorial; extralimitación de funciones; desconocimiento del programa de gobierno y el voto programático; de los conceptos de la Corporación Autónoma Regional del Quindío y del Consejo Territorial de Planeación; error en la formulación de las líneas base; inclusión de nuevas metas resultado de los diálogos sociales de la asamblea con la comunidad; irregularidades en el plan financiero, y no se cuenta con los documentos para un estudio detallado de la parte financiera, puntualizó.