Los Bush, la familia republicana más prominente de Estados Unidos, declinaron apoyar la candidatura de Donald Trump para presidente, dando al eventual candidato un revés en sus esfuerzos por unir al fracturado partido.
Los expresidentes George W. Bush y George H.W. Bush, quienes sin duda recibieron con disgusto los duros ataques de Trump a su contendor Jeb Bush (su hermano e hijo respectivamente) durante la campaña de las primarias, dijeron a través de sus oficinas que se quedarían al margen durante este ciclo.
El mayor de los Bush ha respaldado a todos los candidatos republicanos en las últimas cinco elecciones, pero no tiene planes de apoyar a Trump en 2016, dijo su portavoz, Jim McGrath, al Texas Tribune.
"A los 91 años, el presidente Bush está retirado de la política", dijo McGrath al diario. "Interrumpió su retiro para hacer algunas cosas para Jeb, pero fueron las excepciones que confirmaron la regla".
El hijo del presidente número 41, Jeb Bush, se retiró de la carrera por la nominación republicana en febrero.
Por su parte, el hermano de Jeb, George W. Bush "no tiene la intención de participar o comentar sobre la campaña presidencial", dijo al periódico su asistente personal, Freddy Ford.
Trump ha lanzado duros ataques contra George W. Bush durante la campaña este año. En febrero se refirió a la decisión de Bush de invadir Irak como "una de las peores decisiones en la historia del país", y dijo que el gobierno de Bush "mintió" respecto a que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva.