Gris pinta el panorama para la reforma departamental que promueve el Gobierno, pues a pesar de que la Comisión Primera de Senado promoverá un diálogo regional sobre el tema, hay parlamentarios que dicen que es mejor que se hunda y presente un nuevo proyecto con verdaderos avances para las regiones.

La situación de este proyecto, que busca dotar a los Departamentos de un régimen político y administrativo que, dentro de la autonomía que les reconocen la Constitución y la Ley, sirva de instrumento de gestión para cumplir con sus funciones, es la siguiente: fue aprobado el 8 de noviembre de 2011 por la Comisión Primera de Cámara; luego, el 22 de marzo de ese año fue aprobado por la plenaria de Cámara. Sin embargo, fue frenado en seco su trámite cuando llegó a la Comisión Primera de Senado, en la cual fue radicada la respectiva ponencia el 3 de mayo pasado.

En una audiencia que adelantó esta célula legislativa, a la cual asistió el ministro del Interior Federico Renjifo, fueron más los peros que los aspectos positivos que los parlamentarios encontraron en el proyecto, por lo cual decidieron designar una comisión para que se desplace a las regiones y recoja planteamientos para avanzar en una verdadera descentralización administrativa.

Aunque tal decisión no significa de hecho que el proyecto vaya a ser hundido, para nadie es un secreto que iniciar una nueva ronda para escuchar a las regiones cuando se está a mitad del trámite legislativo, que sería la segunda, porque ya el entonces ministro del Interior Germán Vargas había adelantado audiencias en varios Departamentos, podría ser la partida de defunción.

En consecuencia se plantea un gran reto para el ministro Renjifo en el sentido de lograr convencer a la Comisión Primera para que vote el proyecto, con las mejoras que considere necesarias, y no permitir vaya a una segunda ronda regional, de la cual no podría regresar vivo.

Y es que de la promocionada revolución territorial que el gobierno Santos presentó al Congreso está a mitad de camino, pues apenas el Régimen Municipal ya es ley, mientras que a la reforma al régimen distrital aún le falta dos debates en Senado, en tanto que el proyecto de Áreas Metropolitanas apenas ha superado un debate en la Comisión Primera de Senado.

Duro desafío el que espera al ministro Rengifo, pues aunque el Gobierno nacional dio por superado el escándalo de la reforma a la Justicia y piensa ya en sacar adelante la agenda legislativa con nuevos proyectos y los que vienen en tránsito, hay heridas abiertas en un Congreso al que le cayó todo el chaparrón de críticas. 

Los congresistas

Por lo pronto la Comisión Primera del Senado se apresta a iniciar un diálogo regional sobre el proyecto de reforma departamental.

“Quedó pendiente en la Comisión para hacer, a partir de agosto, una interacción fuerte con gobernadores y autoridades regionales para revisar bien ese Código, y va a hacer un foro en Barranquilla y en otros lugares”, explicó el presidente de la Comisión Luis Fernando Velasco (Partido Liberal).

El Parlamentario dijo que “si nos vamos a meter en un Código de Régimen Departamental, definamos si nosotros estamos por la descentralización. Y nosotros veíamos en el proyecto de Código de Régimen Departamental una recopilación de normas pero no un proceso que realmente tendiese hacia una verdadera descentralización. Eso es lo que vamos a trabajar”.

Por su parte, el congresista Parmenio Cuellar (Polo), uno de los ponentes para tercer debate de este proyecto, recordó que “el ministro Vargas Lleras dijo que él estaba haciendo la revolución regional con el Código Municipal y con el Código Departamental. Ninguno de los dos Códigos son una revolución, son unos modestos proyectos; para el Municipal ya está la ley, y el otro hubo unanimidad en la Comisión Primera en el sentido de decirle al Gobierno que el proyecto no tenía ninguna cosa importante”, que lo mejor es conformar una comisión “que elabore un proyecto para llevarlo al Congreso”.

El Parlamentario concluyó que el proyecto de reforma departamental no significa un avance porque “mantiene las mismas instituciones, no cambia absolutamente nada”.