La deuda pública de España superará la barrera psicológica del 100% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015 y disminuirá a partir de 2017, según el proyecto de presupuesto presentado este martes, que tiene en cuenta una revisión de la contabilidad.
La cuarta economía de la Eurozona debería terminar el año con una deuda pública equivalente a 97,6% du PIB, según las cifras presentadas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
La deuda aumentará a 100,3% del PIB en 2015 y a 101,5% en 2016, antes de retroceder hasta 98,5% en 2017.
Estas previsiones tienen en cuenta las nuevas normas europea que incrementan de forma mecánica del PIB español, disminuyendo por lo tanto el porcentaje de la deuda, al incluir actividades ilícitas como el tráfico de droga y la prostitución, así como el gasto en los sectores militar y de investigación y desarrollo.
Este proyecto de presupuesto, aprobado el viernes por el gobierno español, es "el de la consolidación, de la recuperación económica y la creación de empleo", insistió Montoro en rueda de prensa.
Se basa en una previsión de crecimiento del PIB del 2% en 2015 tras el 1,3% previsto para este año, unas estimaciones con las que Madrid se muestra más optimista que el FMI o la OCDE.
El país, golpeado por una grave crisis económica, vio su PIB caer un 2,1% en 2012 y un 1,2% en 2013, según cifras revisadas.
El desempleo, que sigue siendo el gran problema, debería caer a 24,2% a finales de 2014 y a 22,2% a finales de 2015, lo que lo mantendría entre uno de los más elevados de los países industrializados.
Este presupuesto de "la reactivación económica", en palabras del ministro, incluye por primera vez desde el inicio de la crisis un aumento de las inversiones en infraestructuras.
El gobierno conservador espera también impulsar el consumo y la inversión mediante una reforma fiscal que prevé una reducción de los impuestos sobre la renta y de sociedades a partir de 2015.
Sin embargo, la austeridad no ha terminado y sigue siendo necesario reducir el déficit público, advirtió Montoro, con el objetivo de reducirlo hasta el 4,2% del PIB en 2015.
Con las nuevas normas europeas, el déficit de 2013 fue revisado de 6,62% a 6,33% del PIB, permitiendo a Madrid respetar el compromiso de 6,5% hecho a Bruselas.
El aumento de las pensiones se verá limitado, por segundo año consecutivo, al 0,25%, lo que el ministro justificó por la débil inflación prevista.