La deuda del sector público colombiano presentó en 2015 un incremento del 19,9%, al situarse en $453,2 billones y pasar, en términos del PIB de 50% al 56,6%, reveló hoy la Contraloría General de la República en un informe sobre el tema publicado en el Boletín Macro Fiscal No. 15.
Del saldo mencionado, le correspondieron $341,9 billones al Gobierno Nacional Central, $71,38 billones a las entidades descentralizadas del orden nacional, $11,0 billones a las entidades territoriales (departamentos y municipios) y $28,9 billones a las entidades descentralizadas territoriales.
El saldo total de la deuda pública de Colombia se incrementó así en 6,6 puntos porcentuales (p.p) del PIB, debido al mayor endeudamiento del Gobierno Nacional (3,6 p.p), las entidades descentralizadas del orden nacional (2,5 p.p.) y el nivel territorial (0,6 p.p.).
La Contraloría General de la República, en cumplimiento de las disposiciones contenidas en la Constitución Política (artículo 268), la Ley 42 de 1993 y el Decreto 267 de 2000, en cuanto al registro de la deuda pública de la Nación y de las entidades territoriales, presentó las cifras generales de la deuda en 2015.
De acuerdo al análisis realizado por la Contraloría, la deuda pública en 2015 se desenvolvió en un entorno global marcado por la desaceleración de la economía mundial, la caída en los precios de las materias primas (en especial, de los precios del petróleo) y el alza de las tasas de interés de referencia del Sistema de Reserva Federal (FED).
Esta situación generó en las economías emergentes, incluida la colombiana, efectos adversos en las exportaciones, elevados déficit de cuenta corriente, devaluación de las tasas de cambio, inflación, alza en las tasas de interés de referencia local y un crecimiento de los saldos de la deuda pública externa.
Endeudamiento externo e interno
La deuda externa del Gobierno Nacional Central pasó de $89,8 billones en 2014 a $129,59 billones en 2015, es decir registró un incremento de $39,78 billones, de los cuales, por variación en la tasa de cambio (devaluación) correspondieron $28 billones y por endeudamiento neto $8,63 billones.
El efecto de la devaluación no solo incidió en el stock de la deuda, sino en el costo del servicio.
También se incrementó la deuda interna, aunque a un ritmo inferior al exhibido por el financiamiento externo: pasó de $206,04 billones en 2014 a $212,31 billones en 2015.
¿Qué puede pasar con la deuda del Gobierno?
La deuda del Gobierno Nacional Central en 2015 se situó en el 42,7% del PIB, lo que según la CGR plantea un reto de política económica para asegurar su sostenibilidad, que significa estabilizar la relación deuda / PIB en el tiempo, cumpliendo con el pago del servicio de la misma, dada la situación actual de los ingresos.
Para el organismo de control, un menor crecimiento económico y el aumento en el costo de la deuda exigirán un mayor esfuerzo fiscal para garantizar sus sostenibilidad.
Sin embargo –advierte- en un entorno de desaceleración económica, los ajustes de gastos requeridos pueden complicar aún más el panorama económico vía inversión pública, agudizando el déficit y el nivel de la deuda.
En este sentido, la Contraloría insiste en que se requiere una mayor eficiencia del gasto, y como lo sostiene la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una clara separación entre el gasto de inversión y los gastos corrientes que elimine el sesgo en contra de la inversión en los ajustes del gasto público.
El aumento de la deuda del sector descentralizado
Las entidades descentralizadas del orden nacional constituyen, después del Gobierno Nacional, el sector con mayor deuda del sector público ($71,38 billones y 8,9% del PIB).
Estas entidades presentaron en 2015 un aumento del saldo de la deuda por el orden de los $23,6 billones (2,5% del PIB), explicado por nueva contratación de deuda interna ($1,24 billones) y el aumento de la deuda externa ($21,84 billones).
La variación de la deuda externa se asoció a nueva contratación y al efecto de la devaluación, que debido a la elevada participación de la deuda externa en el total de la deuda (81,2%), afectó especialmente las entidades del sector minero y financiero.
El sector minero, en el que se incluye Ecopetrol y Reficar, concentró el 78,6% de la deuda total de las entidades descentralizadas y ocupó el 91% de la deuda externa total del sector.
Por su parte, las entidades vinculadas al sector energético (ISA, Isagén y Gecelca) no se vieron tan afectadas por la devaluación en los saldos de deuda, debido a que sus pasivos se concentraron en moneda local (83% de su deuda), con acreedores como bancos comerciales colombianos y mediante acuerdos de pago constituidos con la Nación.