Un total de 59 policías acusados de estar vinculados al crimen organizado y al narcotráfico fueron detenidos el martes en el estado de Rio de Janeiro, en el marco de una gran operación policial, anunció la secretaría de Seguridad estatal.
La operación "Purificación", dirigida por varios organismos policiales, incluidos los servicios de inteligencia, seguía en curso el martes a media jornada en nueve cuarteles de la Policía Militar y en varias favelas, y también había logrado arrestar a 11 narcotraficantes, indicaron las autoridades en un comunicado.
Los policías contaban con 83 mandatos de prisión (65 de policías militares) y 112 órdenes de búsqueda de policías militares y personas con presuntos vínculos con la principal facción del narcotráfico en Rio, el "Comando Vermelho" (CV), precisó el comunicado.
Según la policía, las investigaciones comenzaron hace un año en la favela "Vai Quem Quer", en Duque de Caxias, en la periferia norte de Rio, y revelaron que algunos policías recibían sobornos para entregar armas y drogas incautadas en operaciones policiales a traficantes. Los policías corruptos también dejaban operar libremente a criminales a cambio de sobornos.
Los policías están acusados de formación de banda para delinquir, narcotráfico, corrupción activa y/o pasiva y extorsión mediante secuestro.
Desde 2008, las autoridades de Rio llevan a cabo una carrera contrarreloj para intentar frenar la violencia antes del Mundial de fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, en paralelo a una "limpieza" en el seno de la PM, cuyos miembros reciben bajos salarios y muchas veces son corruptos.
Unas 144 de las cerca de 750 favelas de Rio que estaban en manos de narcotraficantes desde hace más de 30 años han sido reconquistadas por el Estado.
En estas favelas "pacificadas", situadas sobre todo en la zona más turística de Rio, se han instalado Unidades de Policía Pacificadoras (UPP).
Se calcula que unos dos millones de personas, un tercio de la población de Rio de Janeiro, vive en favelas.
Los homicidios en el estado de Rio han disminuido desde la reconquista de las favelas y en el primer semestre de 2012 la tasa fue de 10,9 cada 100.000 habitantes, muy inferior a la tasa promedio de Brasil, de 26 homicidios cada 100.000 habitantes.
En 2009, la tasa de homicidios en Rio fue de 36,2 cada 100.000 habitantes.