El movimiento de protesta Ocupemos Wall Street (OWS) celebró su primer año de vida haciendo oír su voz con una movilización que sacudió al distrito financiero de Nueva York, perturbando los accesos a la Bolsa de Nueva York y dejando un saldo de unos 150 detenidos.
Vigilados por un impresionante despliegue policial, activistas y simpatizantes del movimiento que denuncia las crecientes desigualdades y el poder del dinero en la política estadounidense se manifestaron durante todo el día en torno a Wall Street, en el sur de Manhattan.
Los manifestantes, cuyo número fue aumentando con el correr de las horas, pasando de unos 300 a más de 1.000 por la tarde, intentaron en varias ocasiones acercarse a la Bolsa, pero fueron bloqueados por los numerosos retenes de la policía de Nueva York.
Unas 150 personas fueron detenidas en distintos puntos del distrito financiero, según cifras de la organización de defensa de los derechos civiles National Lawyers Guild y la policía.
"Estoy aquí a raíz de la codicia de Wall Street. Todos los caminos conducen a Wall Street, controlan nuestras vidas", dijo el obispo de la iglesia episcopal George Packard, que lideraba uno de los grupos que se movilizó y fue arrestado en la intersección de la avenida Broadway y Wall Street.
Otra manifestante, Cindy González, de 25 años y oriunda de Staten Island (sur de Nueva York), afirmó: "No se trata de ser detenidos. Se trata de mostrar al país quién está destruyendo nuestra economía".
Nacido el 17 de septiembre de 2011 en Nueva York, OWS había sorprendido al mundo con una protesta sin líderes contra la corrupción y la avaricia de Wall Street que se fue ramificando a otras ciudades de Estados Unidos y Europa de manera inesperada.
El movimiento llegó a su clímax en los primeros dos meses, pero luego sus campamentos instalados en el centro de grandes ciudades fueron desalojados poco a poco por la Policía, en algunos casos de manera violenta, como ocurrió con el parque Zuccotti, cerca de Wall Street, en el sur de Manhattan, a mediados de noviembre.
Desde entonces, sin visibilidad y dividido en torno a los pasos a seguir, OWS, que dice representar al 99% de la población, fue perdiendo fuerza, aunque sus miembros aseguran lo contrario.
"Ocupemos Wall Street está en muchos lugares. Semana a semana organizamos trabajos, algo tan importante como cuando salimos a la calle", dijo a la AFP Bill Dobbs, uno de los portavoces del movimiento.
Tras una primera marcha temprano a la mañana, los manifestantes se reunieron al mediodía en el parque Zuccotti, cerca de Wall Street, el lugar donde nació la protesta, para una asamblea que contó con la presencia de trabajadores y líderes sindicales del gremio del transporte público y la enseñanza, entre otros.
Por la tarde, con un grupo más nutrido, volvieron a intentar llegar a Wall Street, pero fueron nuevamente cercados por la policía que los obligó a retroceder en varias oportunidades y procedió a más arrestos, constató la AFP.
"Estamos enviando el mensaje de que los banqueros de Wall Street no pueden ir a trabajar por la mañana sin pensar lo que sus instituciones están haciendo al país", señaló Mark Bray, otro vocero de OWS.
Manifestantes de diversos rincones del país como Houston, Chicago, Portland, Seattle y California llegaron a Nueva York para este primer aniversario de OWS, así como activistas de España y Holanda, algunos de los países a los que se había extendido el movimiento.
Pancartas con originales mensajes pidiendo el fin de Wall Street y la corrupción, una "roca de la deuda" cargada por manifestantes, disfraces y música de batucada pusieron color y creatividad a la protesta, llevada a cabo en su mayoría por jóvenes.