El presunto miembro de ETA Juan María Múgica, acusado de haber intentado atentar con misiles contra el entonces jefe del gobierno español José María Aznar, fue detenido en Francia el miércoles en un nuevo golpe a la organización, presionada para que se disuelva sin condiciones.
La detención de Múgica, en una operación conjunta de la policía francesa y la Guardia Civil española cerca de la localidad de Pau, en el suroeste de Francia, es la séptima de un miembro de la organización armada independentista vasca en ocho días.
Múgica, de 54 años, fue detenido a las 14H30 locales (12H30 GMT) a pocos kilómetros de la frontera española cuando circulaba en coche, explicó a la AFP una fuente policial francesa. La detención se produjo sin incidentes, precisó.
En enero de 2010, había huido durante una operación de la Guardia Civil en Lizarza (norte) en la que "fue desarticulado un comando de ETA de transporte de material al que la dirección de la banda terrorista le había ordenado en 2001 cometer un atentado mediante el lanzamiento de misiles" contra el avión de Aznar, afirmó el ministerio español del Interior.
Otro presunto miembro de ETA, Pedro María Olano, detenido en aquella operación, declaró a la policía haber participado en 2001 en un complot para atentar con misiles contra el avión de Aznar durante un viaje al País Vasco.
José María Aznar, presidente del gobierno español entre 1996 y 2004, era uno de los objetivos de ETA. En 1995, cuando era líder de la oposición, escapó a un atentado con coche bomba en Madrid que causó un muerto y 15 heridos.
Responsable de 829 muertes en 40 años de atentados por la independencia del País Vasco, ETA anunció el pasado 20 de octubre el "cese definitivo de su actividad armada" y poco después se declaró dispuesta a negociar con los gobiernos de Madrid y París.
Sin embargo, el ejecutivo español se niega a dialogar con los etarras, a los que exige su disolución sin condiciones. Desde el anuncio de octubre, una veintena de presuntos miembros de la organización fueron detenidos.
"A estas alturas de la historia no vale más que la total, absoluta e incondicional eliminación de la banda terrorista. Es decir, que desaparezca", afirmó el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, en declaraciones a la radio pública.
"El mensaje es muy claro. Vamos a por ellos. Estén donde estén. Los terroristas de ETA van a ser detenidos uno a uno hasta la total desaparición de la banda terrorista y ese mensaje se demuestra con hechos", agregó.
El 26 de junio, la policía francesa detuvo a Ugaitz Errazquin Tellería, de 27 años, y José Javier Oses Carrasco, de 32, en la casa donde vivían cerca de Toulouse.
Tellería es considerado "uno de los miembros más destacados del aparato logístico criminal de ETA", afirmó el ministerio español del Interior.
Al día siguiente fue detenida en Bilbao otra presunta etarra, Mailen Zuazo Aurrecoechea.
En 29 de junio, la policía británica detuvo en Londres a Antonio Troitiño Arranz, de 55 años, e Ignacio Lerín Sánchez, de 39 años. Troitiño es considerado un "referente" histórico de ETA y está acusado de más de 20 asesinatos en distintos atentados.
Y un día más tarde, otro presunto etarra, Josu Rodríguez Mallaviarrena, era detenido en Bilbao.
"Que esto permita interpretar que eso es una presión nueva de las autoridades españolas para que ETA tome la decisión que le han pedido, de disolverse como organización, yo creo que forma parte de todo un juego", explica a la AFP Gorka Landaburu, director de la revista Cambio 16 y experto sobre la organización armada.
Sin embargo, "todo esto no impide que el proceso sigue para adelante", considera. "Veremos nuevas medidas en un futuro próximo tanto por parte de la izquierda abertzale como por parte del gobierno, como puede ser acercar presos a medio plazo" al País Vasco, agrega.
Unos 700 miembros de ETA están diseminados por prisiones de España y Francia. Una de sus principales reivindicaciones es ser trasladados a cárceles cercanas a sus familias.
Se estima que menos de un centenar de miembros de ETA siguen en libertad.