“La definición de la locura es hacer lo mismo varias veces y esperar resultados diferentes”. Con esta frase de Albert Einstein, el ministro de Justicia, Yesid Reyes, inició su intervención en el encuentro G7 Roma-Lyons que convocó a 32 expertos del mundo en materia de desarrollo y seguridad.
El mundo, dijo el alto funcionario, no puede buscar en la represión unos resultados que no se han dado en 50 años, y cuestionó la aspersión de cultivos ilícitos como política sostenible que ofrece victorias temporales.
“Durante estos últimos 12 años los cultivos ilícitos que han desaparecido como producto de las fumigaciones, han aparecido en otras zonas del país, y cada vez se concentran más en parques naturales, en cercanías de resguardos indígenas o en regiones fronterizas, donde se tiene la certeza de que la utilización de este químico es inviable”, indicó Reyes.
El alto funcionario agregó que, en consecuencia, el 73 por ciento de los cultivos de coca están ubicados en territorios donde el Estado tiene limitaciones legales para asperjar.
En el encuentro “Alcance Desarrollo Alternativo en el Marco de Nexo Seguridad-Desarrollo", el ministro Reyes reconoció que el glifosato permitió la destrucción de miles de hectáreas de coca pero que no es una política sostenible en el tiempo.
“Una política de tierra arrasada no solo deja a los campesinos sin opciones de mejorar sus condiciones de vida, sino que además los hace proclives a identificar al Estado como un enemigo”, dijo el ministro.
Al respecto, Reyes explicó que los proyectos de desarrollo alternativo son un remedio sostenible, que ofrece alternativas a mediano y largo plazo para que los cultivadores salgan de la ilegalidad.
En presencia de la comisionada federal de Drogas del Ministerio de Salud de Berlín, Marlene Mortler, quien destacó la reciente firma de un memorando de entendimiento entre Colombia y Alemania para promover el desarrollo alternativo, el ministro Reyes agradeció el apoyo de la comunidad internacional para promover este tipo de iniciativas. Y pidió que a la luz de un nuevo enfoque de política de drogas se pueda incrementar el respaldo a proyectos de desarrollo alternativo en Colombia.
“Valoramos enormemente el respaldo que hemos recibido de la comunidad internacional no solo en lo relacionado con el proceso de paz, sino también en lo atinente a los programas de desarrollo alternativo, para los que esperamos seguir contando con su colaboración. Sin embargo, hoy solo el 0,1% de la asistencia mundial para el desarrollo se destina a este tipo de intervenciones; un pequeño esfuerzo adicional en este sentido representaría una gran ayuda para avanzar más rápidamente en la erradicación de cultivos ilegales”, recalcó.
De igual forma, el jefe de cartera de Justicia reiteró que las “penas de prisión no curan las adicciones” y que es necesario que en casos de consumo y de pequeños cultivadores de coca, amapola y marihuana se dé un giro para ofrecer soluciones desde la óptica de la salud, y a los pequeños cultivadores programas integrales de desarrollo alternativo.