La Procuraduría General de la Nación, en fallo de primera instancia, sancionó al señor Miguel Ángel Beltrán Villegas, conocido con el alias de “Jaime Cienfuegos”, en calidad de profesor de tiempo completo adscrito al Departamento de Sociología de la facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, con destitución del cargo e inhabilidad general por el término de 13 años, por auspiciar y colaborar con el grupo armado al margen de la ley Farc.
Queda claro, según las pruebas aportadas al proceso disciplinario, que “Cienfuegos” redactó documentos oficiales del grupo guerrillero, cumplió tareas políticas dentro de la organización, difundió con sus escritos el pensamiento revolucionario de las Farc, divulgó las ideas del grupo armado ilegal en foros internacionales, organizó eventos en la Universidad Nacional con sentido político invitando a los estudiantes a que se unieran a las filas del grupo terrorista y pretendió crear un centro de investigación de las Farc
“La simple colaboración ya implica una afectación a la función pública, teniendo en cuenta que el servidor público no puede estar al servicio de grupos armados al margen de la ley, precisamente porque el objetivo de estos es subvertir el orden establecido y por el contrario la función pública está sujeta al principio de legalidad”, se señala en el fallo proferido por la Procuraduría.
De los escritos encontrados en una memoria USB que portaba el día de su captura, realizada por la Fiscalía, se deduce claramente que prestaba sus conocimientos, su cargo, sus influencias como docente y servidor público para colaborar con el grupo armado de las Farc desde un ámbito académico, concretamente, en la producción de posiciones ideológicas de orden subjetivo dirigida a compartir los mismos ideales y objetivos del grupo ilegal.
Aclara el Ministerio Público que no se trata de un ataque a su derecho a la libertad de cátedra y pensamiento, sino de un fallo disciplinario que se da por la ejecución de actos que incentivan el apoyo a un grupo armado al margen de la ley, independiente de cual fuera su ideología, tanto que su actividad trascendió a su libre ejercicio de pensamiento para hacer parte de actos ideológicos del mencionado grupo, actividad que es sancionada por el Código Disciplinario por cuanto ejercía como servidor público.
El profesor “Cienfuegos”, aprovechando su posición como docente, y a su vez servidor público, motivó, incentivó promovió y colaboró con el grupo armado al margen de la ley, en claras actuaciones públicas, constituyéndose una falta disciplinaria catalogada como gravísima.
Se tiene en cuenta para la sanción impuesta a este docente, el grave daño social de la conducta cometida, pues pone en tela de juicio la credibilidad y la seriedad con que cuenta el servidor público por el solo hecho de ser docente, además del prestigio de la universidad a la cual estaba vinculado, así como el conocimiento de la ilicitud, teniendo en cuenta que el sancionado conocía y comprendía su proceder y su responsabilidad.