Las Farc deploraron la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, alegando que "afecta de manera grave la confianza" en los diálogos de paz, al retomar las negociaciones con el gobierno en La Habana.
"Queremos decir que deploramos la absurda decisión política del presidente (Juan Manuel Santos), que toma la alcaldía de Bogotá en un verdadero golpe de mano", dijo a la prensa el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, afirmando que la remoción de Petro "afecta de manera grave la confianza" en la mesa de negociaciones de paz.
Santos destituyó el miércoles a Petro, una influyente figura de la izquierda colombiana, tras rechazar las medidas cautelares que dictó en su favor la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y designó a un ministro en su lugar.
"Aquí hubo un desconocimiento de la voluntad popular, que llevó a Petro a la alcaldía de Bogotá", expresó Márquez.
Su destitución "nos plantea además muchas dudas e interrogantes en torno a la eficacia de lo acordado parcialmente en torno al tema de participación política" de la oposición, segundo de los seis puntos de la agenda de paz que fue consensuado entre el gobierno y los rebeldes en mayo, agregó el dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país.
Márquez también lanzó dardos contra el procurador colombiano, Alejandro Ordoñez, quien inició el proceso de destitución de Petro, afirmando que éste "solo castiga a los opositores y se hace el de la vista gorda o simplemente asume posiciones cómplices frente a los crímenes de sus amigos de la derecha".
Petro, de 53 años, fue destituido e inhabilitado políticamente por 15 años en diciembre por la Procuraduría, el órgano responsable de sancionar a los funcionarios en Colombia, por su decisión de reformar el sistema de recolección de basuras, al transferir a una empresa pública el control de ese servicio que estaba en manos de privados.
El jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, no formuló declaraciones a la prensa al inicio de esta nueva ronda de pláticas de paz, la vigésimo segunda desde que partieron los diálogos de La Habana en noviembre de 2012, que buscan poner fin a un conflicto armado de medio siglo.
Ambas partes están discutiendo actualmente el tema de las drogas ilícitas, tras haber consensuado los puntos de desarrollo agrario y participación política. Los otros temas pendientes son el abandono de las armas, reparación de las víctimas y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.