El gobierno japonés ordenó el despliegue de sus sistemas de defensa antimisiles, tres semanas antes del lanzamiento de un cohete norcoreano que podría sobrevolar territorio nipón.
"He dado la orden de preparar el despliegue de los sistemas PAC-3 y de buques de guerra equipados con Aegis", declaró el ministro japonés de Defensa, Naoki Tanaka.
Japón dispone de dos dispositivos complementarios de defensa antimisiles: bases de misiles tierra-aire Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3) y destructores equipados con el sistema de combate Agis que permite disparar misiles interceptores Standard Missile-3 (SM-3).
Las autoridades niponas temen que el cohete norcoreano, o partes de su lanzadera, caigan en territorio japonés o en sus aguas territoriales.
El primer ministro Yoshihiko Noda debe dar una orden formal antes de que los militares se preparen para actuar contra el cohete, en caso de que éste amenazara territorio nipón.
Corea del Norte anunció la semana pasada que lanzará el cohete entre el 12 y el 16 de abril, hacia el sur, desde la base de lanzamiento Sohae, en el condado de Cholsan (provincia costera del noroeste).
El primer piso del cohete debe caer en el mar Amarillo, al oeste de la península coreana, y el segundo en aguas filipinas. El cohete podría pasar por encima de las islas del archipiélago japonés de Okinawa, en el extremo meridional del país.
La decisión nipona se produce unos días antes de una cumbre nuclear organizada en Seúl, en la que participarán entre otros Yoshihiko Noda y el presidente estadounidense Barack Obama, y se podría abordar también el dossier norcoreano.
Según el diario Sankei Shimbun, Japón podría desplegar dos destructores equipados con Aegis cerca de Okinawa y otro en el Mar de Japón, entre la península coreana y el arhipiélago nipón. Los misiles PAC-3 podrían ser instalados en una isla de Okinawa.
Corea del Norte asegura que el lanzamiento tiene como objetivo colocar en órbita un satélite de observación terrestre, pero Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y sus aliados sospechan que Pyongyang está realizando una prueba de misil de largo alcance.
Actualmente en gira por Asia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reiteró que el lanzamiento sería una "evidente violación" de las resoluciones del Consejo de seguridad, que prohíben a Corea del Norte cualquier prueba de este tipo.
Ban ki-moon se declaró "muy preocupado" y advirtió que el lanzamiento podría afectar la ayuda humanitaria a Corea del Norte, donde parte de la población sufre de malnutrición.