El modesto club Juventud de Uruguay rescindió el contrato a un futbolista uruguayo que inició una pelea el domingo al final del partido con Wanderers, que derivó en la expulsión de 16 jugadores, ocho de cada equipo.

"Aplicando el estatuto del jugador y el contrato que tenemos con nuestros jugadores, nos desvinculamos del jugador (Cristian) Latorre, que inicia la trifulca", dijo a periodistas Yamandú Costa, presidente de Juventud.

Añadió que tienen además previstas sanciones económicas para el resto de los jugadores de su equipo que intervinieron en los hechos. Estos castigos serán "en forma escalonada, de acuerdo a la participación en los desbordes", dijo.

Por su parte, el vicepresidente de Wanderers, Gastón Inda, indicó que la comisión directiva del club resolverá este martes si aplica sanciones a los jugadores del club.

Por la tarde, los jugadores pidieron "sentidas disculpas" a los socios, hinchas y dirigentes del club por la batahola.

"Nos sentimos enormemente avergonzados por lo acontecido", indicaron en un comunicado, enfatizando que no apoyan "la violencia de ninguna manera".

"Sabemos que cometimos un error en un momento de euforia desmedida y que sin dudas no volverá a ocurrir", aseguraron.

En un comunicado difundido en la noche del lunes por ambos equipos, Wanderers y Juventud habían expresado "su más profundo repudio por todo tipo de violencia en el fútbol", pidieron disculpas al público y las autoridades, y aseguraron que seguirán "contribuyendo a erradicar la violencia en el fútbol".

Al final del partido Juventud-Wanderers, disputado en la tarde del domingo y que terminó 3-3, se originó una batalla campal entre los futbolistas, con golpes de puño entre los jugadores, lo que provocó que el juez del partido expulsara a 16 futbolistas, ocho de cada equipo.

AFP