Despedida a K. Bryant | El Nuevo Siglo
Martes, 12 de Abril de 2016

La noche de miércoles, los Lakers de Los Angeles estarán saliendo de una era y entrando en otra llena de interrogantes, después de que su superestrella Kobe Bryant juegue el último partido de su carrera con el uniforme oro-azul. 

Un cierre de temporada 2015-2016 que ha sido pobre en resultados para la franquicia más famosa de California, y que a partir de ahora tendrá un vacío difícil, o imposible, de llenar. 

Desde hace tres años los Lakers están sumidos en una caída libre que ha coincidido con el declive de Kobe Bryant, cuyas reiteradas lesiones han empañado el final de su reinado. 

Pero lloviera o hubiera sol, Bryant siempre estaba ahí, para darle a sus jóvenes compañeros el respaldo de su fama, y a la afición el asidero de un milagro que cambiara el rumbo del equipo. 

Cinco títulos, numerosos récords y hazañas memorables, convierten a Kobe Bryant en leyenda, pero eso no quita la realidad que el jueves en la mañana, al dia siguiente del retiro de Kobe, los Lakers tengan que remplantearse el rumbo para la temporada 2016-2017.

La reconstrucción pasa por la depuración y por la salida de algunos elementos tóxicos a los que ni siquiera Kobe pudo rescatar para la causa, como el díscolo D'Angelo Russell o el inmaduro Nick Young. 

Pero el jueves por la mañana, un día después de la despedida de Bryant en el Staples Center, los dirigentes de los Lakers se reunirán para reconstruir totalmente un equipo que lleva tres temporadas sin clasificarse a los playoffs. 

Lo primero, encontrar un sucesor de su icónico N.24, y con 55 millones de dólares disponibles, 25 de los cuales son salvados del salario que ya no tendrán que pagarle a Bryant, los Lakers tienen fuertes argumentos para seducir a uno o dos "jugadores franquicia". 

- El futuro - 

La reconstrucción de los Lakers parece asentarse en tres premisas: la primera, y más importante, la contratación de una superestrella, y al parecer los tiros se dirigen al canastero Kevin Durant. 

La segunda, un eventual cambio de entrenador, y la tercera, agarrar un buen prospecto en el 'draft' protegido de la NBA.

La multa de Oklahoma City a Kevin Durant, y el evidente descontento del jugador con la gerencia del equipo, podría desencadenar el final de su contrato con el Thunder. 

Durant, el MVP de la temporada 2013-2014, sabe que el tiempo se le echa encima, y como todos, persigue un título de la NBA, que le fue esquivo en su única final con Oklahoma (2011-2012). 

Pero la opción de ir a un equipo en reconstrucción no parece estar en sus planes, a menos que la promesa de un megacontrato le haga cambiar de idea. 

Las malas campañas de los Lakers han desbordado la paciencia de los propietarios, la familia Buss, y probablemente ello le cueste los puestos al gerente general Mitch Kupchak y a Byron Scott, entrenador jefe desde julio de 2014. 

En la mira de los Buss está Luke Walton, uno de los asistentes de Steve Kerr en Golden State, y quien dirigió al equipo con récord de 39-4 cuando Kerr estuvo ausente recuperándose de dos operaciones de espalda.

Otra opción es Scott Brooks, sin trabajo desde que el Thunder le despidió en 2012, y que podría ser el anzuelo para pescar a Durant, quien no escondió su malestar cuando despiieron a su técnico preferido. 

Con el segundo peor récord de la Liga, los Lakers tienen esperanzas de conseguir una buena carta en la selección de talento, y la mira se encuentra la joven sensación del campeonato universitario de NCAA, Ben Simmons. 

Según estadísticas, con el segundo peor récord de la NBA, los Lakers tienen un 55,8% de chances de retener el pick Top 3, y un 19,9% de conseguir el pick #1.

Kobe incluso ya dio el visto bueno al futuro talento al afirmar: "Creo que es un jugador fantástico. Obviamente, tiene muchísimo potencial". 

Pero también le dio un consejo para poder jugar en Los Angeles: "En cuanto a Simmons, se trata de lo que él quiera asumir. No se trata de entregar las llaves y ya. ¿Tienes la actitud para ganar campeonatos? Esa es la única misión, la única meta", dijo Kobe.