Eleiner Payares, guerrillero desmovilizado considerado el testigo estrella a favor del subteniente Raúl Muñoz Linares en el marco del proceso que se adelanta por la masacre de Tame, en Arauca, no pudo haber estado presente cuando ocurrieron los hechos, ya que según Libardo Gómez e Iván González, empleadores del subversivo, éste se encontraba trabajando en la Hacienda La Pradera en ese momento.
En ese sentido ambos indicaron que Payares no integraba la guerrilla como lo había aseverado en una declaración juramentada, ya que se encontraba trabajando en la tierra en la que además vivía con su cónyuge y sus hijos.
Sustentando sus afirmaciones, los dos empleadores aseguraron que no existen registros de salida de la finca de Payares en el 13 de octubre, fecha en la que desaparecieron tres menores de edad que fueron encontrados posteriormente en una fosa común, torturados y apuñalados.