Fue desarticulada por la Dijin en Bogotá y Medellín una organización delincuencial dedicada a la receptación, comercialización de celulares hurtados a nivel nacional y manipulación de terminales móviles.
De acuerdo con la investigación la estructura delincuencial adquiría los teléfonos celulares que eran hurtados en la ciudad de Bogotá mediante las modalidades de atraco, raponazo y cosquilleo. En el contexto del modo de operar de los integrantes de la cadena delictiva se identificaron los roles de cada uno de los participantes así:
El primer eslabón es el victimario responsable de los hurtos en sus distintas modalidades, quien actúa en grupos de tres a cinco personas e involucran mujeres para evitar sospechas.
En segundo lugar se encuentra el receptador encargado de la compra y venta de los celulares hurtados.
Unidades adscritas a la DIjin evidenciaron la existencia de una organización delincuencial, dedicada a la receptación de equipos celulares hurtados, que extendía su accionar al sector de la Calle 13 con Avenida Caracas de la ciudad de Bogotá y el sector comercial de la zona centro de la ciudad de Medellín.
Entre los capturados, seis en total, se encuentran alias Alejandro o El Rolo, cabecilla de la organización cuyo papel al parecer consistía en receptar los equipos celulares hurtados con el fin de liberarlos o realizar cambios de tarjeta motherboard y entregarlos nuevamente a los integrantes de la organización para que posteriormente fueran puestos en venta al público.