Un trabajo investigativo realizado por la Policía Metropolitana de Bogotá, permitió dar fin a una fábrica clandestina de aceites de cocina, que vendría actuando desde hace más de un año con la falsificación de este esencial producto de la canasta familiar colombiana.
La materia prima para estos delincuentes eran precisamente aceites ‘viejos o quemados’ los cuales sometían a un rudimentario y anti higiénico proceso químico con la incorporación de otro tipo de sustancias que les permitía darle el aspecto, color y viscosidad normal de este producto de cocina. Lo más grave, es que las sustancias que le añadían pueden ser nefastas para la salud humana.
Al momento de los dos allanamientos que se realizaron de manera simultánea en el sur de la ciudad, la Policía descubrió toda una infraestructura de envase, empaque y distribución de más de 6 mil litros de este producto adulterado con un valor en el mercado superior a los 700 millones de pesos.
Es por esto, que la Policía Metropolitana de Bogotá hace un llamado a las amas de casa, comerciantes, restauranteros y cocineros en general, para que adquieran estos productos en lugares reconocidos. Estas organizaciones los imitan de manera casi perfecta, comercializándolos a muy bajos precios y con la consecuencia de ocasionar en algunos casos, graves problemas a la salud humana