El alcalde de Roma dijo estar "preocupado" por las amenazas contra él procedentes de "organizaciones peligrosas", tras el reciente desmantelamiento de un importante grupo criminal infiltrado en el ayuntamiento.
"Cuando el prefecto me dijo ayer (...) que ya no podía desplazarme en bicicleta, que había molestado o molestaba aún a organizaciones peligrosas, me preocupé un poco", declaró Ignazio Marino a la prensa extranjera en Roma.
Ante la insistencia del prefecto, el regidor prometió renunciar a su bicicleta y pensar en la escolta.
Un centenar de empresarios y de responsables políticos romanos, entre ellos el ex alcalde Gianni Alemanno (derecha, 2008-2013), están en el centro de una investigación, que condujo el martes a la detención de 37 personas, entre ellos, el presunto jefe de la red Massimo Carminati, miembro de un grupúsculo violento de extrema derecha.
La red está acusada de poner en marcha un amplio sistema de corrupción para obtener licitaciones millonarias del ayuntamiento romano, como por ejemplo la gestión para centros de acogida de inmigrantes.
"No me esperaba un problema de esta envergadura", reconoció Marino, al tiempo que defendía la capital y a sus ciudadanos, "una sociedad sana" en la que existen casos individuales de corrupción.
Las escuchas telefónicas al grupo mafioso muestran que "yo represento un problema" para ellos, reveló el regidor, quien explicó que la red intentó hacerle perder las elecciones antes de acercársele tras su victoria para finalmente indicar que debían "deshacerse" de él.
Ignazio Marino rechazó la idea de un sistema generalizado de corrupción en el ayuntamiento y avanzó que quiere designar a una persona a nivel municipal para ocuparse únicamente "de la transparencia y de la legalidad"/AFP.